21/07/17 - 05:18

Luis Arista Montoya*

Siempre lo dijimos. Ahora, con mayor evidencias e indicios. Auguramos y pronosticamos que nuestra Región Amazonas se convertirá antes de la llegada del Bicentenario de la Independencia (año 2021) en el segundo polo- después de Cuzco y Machu Picchu- de atracción turística, tanto para visitantes extranjeros como nacionales.

No nos cansaremos de decirlo: los tres pilares fundamentales para el desarrollo  amazonense son: uno, la promoción de la Agricultura Familiar(despensa de la gastronomía peruana); dos, la promoción de la ganadería que de mediana pase a la categoría de gran ganadería(ahora sobre todo que el tarro de leche  hace agua); y tres, la industria del turismo, especialmente del turismo cultural (arqueológico, monumental, arquitectónico, colonial, republicano); también del turismo natural, debido a la gran biodiversidad que cobija nuestro territorio, por nuestros hermosos paisajes culturales, y por nuestra gran Cultura Viva (de sus comunidades) dueña de  un orgullo con una fuerte identidad cultural(que se traduce en su hospitalidad, en su folklore, en su culinaria y sus artesanías).

El turismo de aventura, el vivencial, el turismo rural, el  turismo comunitario, el aviturismo (avistamiento de aves raras), en Amazonas están ligados con la praxis cotidiana de la Agricultura Familiar y sus festividades patronales, de siembra, deshierba, cutipa, cosecha, y de buena venta (aunque todavía lejos de un comercio justo).

Escribimos todo esto con mucho entusiasmo. En nuestra región la Cultura tangible (e intangible) es el motor de nuestro desarrollo, mientras que la actividad turística es el combustible que alimenta y da energía a ese motor. Cada aspecto es indesligable.

Es por eso que estamos llamados a cuidar, preservar, conservar, restaurar y poner en valor nuestros destinos turísticos. Comenzando por los lugares icónicos: El Centro Histórico de Chachapoyas, Kuélap, Karajía, Rebash, el Museo de las Momias de Leymebamba, Levanto, Yálape; la catarata de Gocta y otras  misteriosas cataratas; el santuario de San Gerónimo de Pedro Ruiz, el lago de Pomacochas; el abra de Santa Patricia de Yambrabamba, y tantos otros hermosos lugares que se encuentran  ubicados en los dos tramos del umbroso y Sagrado Valle de los Chachapoya.



Motiva este artículo una excelente noticia. Pues, post-inauguración del TELEFERICO KUÉLAP-  en lo que va entre el 3 de marzo al 2 de julio del año en curso-, según informe de la eficiente gerencia de las telecabinas, más de 30,639 visitantes han conocido la Ciudadela  Kuélap. No es necesario ser zahorí (adivino) para proyectar que tranquilamente a fin  de año la cifra llegará a los 120/150 visitantes; que habrán de significar  150 bocas que por lo menos recomendarán a 150 personas nuevas para realizar esta visita inolvidable; y así ad-infinitum  pasarán la voz  o el talán (como dicen los jóvenes de hoy).

Ese es el mejor marketing (de boca a oído) que debemos procurar. Para ello es fundamental tratar bien al turista: sin esquilmarlo, sin mentirle, guiándole correctamente, siendo amables y honestos con el forastero. Con todos, todo el tiempo, en todo lugar. Sin discriminar a nadie.

Además, es digno de resaltar la decisión gerencial de la administración de las telecabinas: haber logrado la concatenación de horarios entre el tiempo de abordaje en la estación de embarque (10´), de salida (del Anden 1), duración de viaje (20´; 4 kilómetros),  tiempo de visita a la ciudadela(3 horas), y el de retorno con prudente anticipación (Anden 2, desde La Malca). Cumplir horarios es  una ventaja competitiva. Así sucede en los principales destinos turísticos del mundo: en Francia,  EE.UU, España, China, Italia; o en  México, Brasil, República Dominicana y Chile. Nuestro país se  ubica todavía como el quinto receptor de turistas internacionales en la región latinoamericana (Perú recibe solo el 0.3% del turismo mundial)

Y en vista que la Ciudadela de Kuélap ha sido ya catalogada como un destino fascinante universal,  significa que nuestra región ya está  ubicada dentro de las Grandes Ligas del Turismo Mundial. Esto nos debe enorgullecer sobre manera. Pero no hay que dormirse sobre los laureles. Retos, recados y proyectos inconclusos deben acicatearnos para seguir trabajando ordenadamente, sin envidia y codicia.

Por lo pronto, en la universidad donde trabajo, en la Universidad de San Martín de Porres, en sus Escuelas de Turismo y Gastronomía, hemos logrado iniciar investigaciones al respecto, además de inscribir a la Región Amazonas dentro del Observatorio de Turismo, que se encarga de monitorear las tendencias del turismo nacional e internacional, con el fin de establecer las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, que asedian a las agencias encargadas de la administración de la actividad turística.
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*EDITORIAL. Para Emisora Reina de la Selva. Lima20 de julio de 2017. Luis Arista Montoya.