Luego de largas y agotadoras reuniones, en razón al reto que representaba la tarea, hemos podido por fin redactar este decálogo que os ayudará a ser lo que nosotros hemos sido.

1º Hágase llamar loretano, nautino, yurimaguino, o haga uso de cualquier otro gentilicio de la selva peruana para presentarse y sea hipersensible, hasta puede usted exaltarse y rasgarse las vestiduras, si alguien pone en entredicho su regionalismo incorruptible.

2º Reitere esto de sus orígenes en la propaganda, en los spots y en la franja publicitaria, en los mítines de cierre de campaña, de que usted es un loretano de cepa y agregue, además, que usted ha sido pobre y que, por lo tanto, no piensa más que en el bienestar de sus paisanos.

3º Diga de la boca para afuera que ama usted su tierra. Hasta es posible que usted mismo termine creyéndose este cuento. Ya verá, le van a creer. Es fácil, funciona. Le granjeará miles y miles de votos sin saber por qué.

4º Piense en el dinero y en el poder y cree escuela de que servir es para los cojudos y enriquecerse es para los vivos como usted.

5º En sus mítines, diga que va a construir veredas por todos lados, que asfaltará calles, avenidas y jirones, que va a construir mercados y de pasada para que la plaza reviente de gente, invite leva, aguardiente, reparta miles de tapers y también reparta a mano llena billetes de 50.

6º No olvide también que el periodismo es su aliado. Ellos trabajan para usted. Así que destine una gruesa partida presupuestal para ellos. Son como niños, se callan rapidito con la golosina y hacen lo que usted les pide.

7º Como parte de la construcción de su perfil de candidato perfecto, hágase pasar, además, como hombre de familia, padre cariñoso, fiel marido enamorado. Agréguele que es usted cordial vecino, asiduo feligrés, tío rielón, abuelo bonachón. Preséntese también como que fue gran educador. Y bueno, un largo etcétera que usted considere.

8º Para la campaña, asóciese con narcos, embaucadores, farsantes, negreros, traferos, abogados y demás colegas que abundan por aquí y vaya haciendo números en cuánto y por cuánto va a recuperar lo invertido y el billete de ellos, por supuesto.

9º Anuncie, anuncie muchas obras, sin importar los plazos de ejecución. Lo importante es iniciar; mejor dicho, soltar el billete. Ya si lo ejecutan o no, no es problema suyo. Lo importante es embolsillarse las partidas.

10º Si usted ha seguido estas pocas instrucciones, téngalo por seguro que su ciudad quedará en escombros luego de una gestión de cuatro años. Y también, si usted ha seguido estos pasos al pie de la letra, dé por hecho que usted es la próxima autoridad regional o edilicia, o ambas a la vez. Pero tenga en cuenta también que si usted ha seguido estas instrucciones, saldrá bien “forrado” cuando termine su gestión.

Coda: Le recomendamos desde esta columna esperar a ver cuál es el desenlace, porque es probable que a usted le haya seducido el comienzo a todo dar de estos pilluelos y hasta esté considerando ejemplos a emular. Pero más tarde que temprano, así como la plata, la justicia llega sola.