La falta de dignidad, la soberbia, ausencia de moral, vergüenza y amor a la Tierra de dirigentes y funcionarios intocables, destruye el progreso de una región tan rica, fructífera y bendecida como es nuestra región.

Ingeniero Altamirano, usted es el gobernador, léalo bien, es el Señor Gobernador de toda la región Amazonas y ya es tiempo que demuestre su autoridad y justifique la confianza de un pueblo que lo eligió…, ponga usted orden y gente competente, inteligente e idónea en los puestos claves, aun así no sean de su agrupación política o amical.

Recuerde que el tiempo pasa inmisericorde y a los hombres no los olvidan por sus obras y por su carácter decidido y sin miedo, porque esos señoritos, hombres y mujeres, personajes de abolengo con raíces en los escritorios que ahora aplauden y le tienden la mesa, igual lo hicieron con otros y cuando se vaya también lo hundirán el puñal, donde más duele, que es la ingratitud. Dejo constancia anticipada, que no me refiero a ninguna persona en especial, porque no vio en la Fidelísima y sólo hago eco, como el Pumaurco, sin saber de quienes se trate.

Sin embargo, no es posible que en una ciudad encantadora, como Chachapoyas, con tanta tradición y encanto, se haya convertido en una poza, como el número ( y la Guitarrilla de mis tiempos o salvo el caso que quiera copiar como los aztecas, que “Chachapoyas es una laguna y Leymebamba es un llano y me he de comer esa tuna, aunque me espine la mano” y que nuestro principal atractivo turístico a nivel mundial, La Fortaleza de Kuelap la única con teleférico en el PERÚ, esté por caerse y si es así en la capital de la región, ¿cómo estará el resto de nuestra ciudades en las 7 provincias?

Don Óscar Altamirano, su experiencia, profesionalismo y amor al terruño son cualidades que lo avalan y respaldan, o sólo que lo falte lo que a los plumíferos shacshes y cariocas les sobra.

Espero que esto último lo tome como una broma y de ninguna manera como una falta de respeto o exceso de confianza.