17/11/22 – 06:03
Por Manuel Yóplac Acosta
De vez en cuando hay chispazos de manifestación cultural en la ciudad de Chachapoyas. El teatro es sin duda una expresión de la creatividad humana que enriquece la razón y el alma de nosotros los humanos que sonámbulos deambulamos por este parque humano llamado sociedad.
El sábado último, 12 de noviembre, un valioso elenco de artistas del Elenco de teatro del Colegio de Alto Rendimiento (COAR-Amazonas) dirigidos por el profesor Yaury H. Arce, pusieron en escena la obra La casa de Bernarda Alba? del genial Federico García Lorca, obra que pone de manifiesto la lucha entre el pensar-sentir-vivir de la mamá Bernarda -con sus cinco hijas y su tiempo- después de la muerte de su esposo. Pero más allá del análisis e interpretación de la obra, esta Carta tiene la intención de saludar fervientemente el no dejar morir el teatro, por eso, felicitamos en primera instancia al profesor Arce, a las chicas del COAR-Amazonas, que, rompiendo las paredes de su institución, vienen y van por ahí arrancando un sentimiento, un pensamiento, una lágrima, una carcajada, etc. a los dichosos asistentes que se meten en las historias de la obra. Felicitar también a KUSI, un emprendimiento cultural que está formado por algunos estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas que apoyan proyectos como éste; y claro, felicitar también a la Dirección desconcentrada de cultura de Amazonas por, no solo brindar el espacio físico para escenificar, sino, por venir impulsando poco a poco una cultura viva en sus viejas paredes que deben cobrar vida.

El teatro y la cultura en general no debe ser, ni un chispazo, ni un privilegio de unos cuantos. La cultura es el pan del alma de un pueblo y no consumir este pan de la cultura, no desnutre crónicamente el cuerpo físico humano, si no, desnutre mortalmente el alma de un pueblo -y un pueblo sin alma ha muerto-. Por ello, la cultura tiene que estar inserta en la vida de todo ser humano que no quiere morir vivo. Solo la cultura hace del hombre un ser humano. No claro, un arte pálido, como denunciaría César Vallejo, sino, un arte y una cultura que hagan del hombre una esperanza viva. Un hombre que no corra desesperado tras el tener y el poder que lo esclavizan, sino, un hombre que camine despacio hacia la búsqueda del ser y el saber que lo liberan.
Fotografias: A. Kristal Arce Conche




