Pablito Vilca Mendoza el pintor que pinta las expresiones profundas de su alma y su tierra

Para el personaje de nuestra historia cualquier paraje de Amazonas y de su amado Lamud y su provincia de Luya, así­ como de la ciudad fidelí­sima, es un motivo especial para agarrar su paleta, colocar sobre ella los colores básicos de las acuarelas, de los acrí­licos, combinar los colores y pincelada tras pincelada e ir plasmando románticamente los paisajes naturales sobre aquellos lienzos maravillosos pues ya son innumerables los cuadros de paisajes de pintura rápida que pinta en acrí­lico hechos en un dí­a.

Pablito Vilca?, maestro de arte de profesión, y de vocación pintor, es de los pocos artistas, que busca también expresar su rechazo a los principales problemas sociales que agobian a nuestra sociedad a través de sus cuadros en los que deja plasmado a su Amazonas del alma, cual versos de una poesí­a romántica, en sus cuadros de acrí­lico, o al óleo, va describiendo pincel tras pincel lo que su mente, su corazón y su talento quieren decirnos de su Amazonas del alma. Es que aquellos que caricaturiza tu rostro en cualquiera de sus facetas con esa precisión que él y sus pinceles saben expresar.

En uno de estos dí­as no muy lejanos, se le vio en una esquina de la plaza mayor de la ciudad de Chachapoyas, pintando cuadros de la bella cuatricentenaria ciudad de Amazonas, pinto rostros bellos de jóvenes, y de hermosas amazonenses, que paseaban por la plaza mayor, todo iba bien, la gente, en la fidelí­sima ciudad a través de admirar el arte de Pablito Vilca, parecí­an amar el arte de un paisano y ganándose algo para poder llevar alguito para su casa y comprar sus lienzos, sus acuarelas, sus acrilicos. Sin embargo llego serenazgo y prohibió a nuestro artista seguir pintando, por que según ellos, no tení­a autorización para inspirarse sus cuadros, como si para plasmar la inspiración en un poema o en un cuadro de pintura todaví­a hay que pedir permiso a serenazgo. ¦Esos dí­as estuve indignado, porque fui a Chachapoyas a mostrar mi arte y me topé con un monstruo ignorante llamado serenazgo que no me dejo pintar, porque según ellos, estaba prohibido pintar en Chachapoyas y sobre todo en la Plaza Mayor¦. luché duro para poder sacar un permiso, lamentablemente en el municipio de Chachapoyas, nadie me apoyo, ni me hicieron caso, por varias veces toque las puertas de la municipalidad, pero ni caso me hicieron, ni nadie me apoyo. Entonces regrese a Lamud y aquí­ estoy pintando; uno de mis paisanos de los más ancianito de esos que tiene sobrada sabidurí­a me dijo: ¡para que pues vas por gusto a Chachapoyas, ya sabes que la ciudad fidelí­sima cada dí­a se muere en cultura ¦? nos cuenta su frustración que vivió en la ciudad de Chachapoyas el poeta de la pintura de Amazonas?.

¦.gracias a Dios, hoy nos sentimos bien conmigo mismo, porque al pintar mis cuadros allí­ encuentro paz y tranquilidad, pues mi mayor reto es competir conmigo mismo y poder encontrar en el paisaje un estilo propio, y que al ver mis obras, el resultado de mi arte, la expresión de mi alma, sepan quien es Pablo Vilca Mendoza¦? nos comenta este artista del pueblo, bañado de su sensibilidad y sin resentimiento a quienes le hacen daño.

Al escuchar el testimonio de Pablito Vilca Mendoza, y de lo que le paso con el serenazgo de Chachapoyas, me han asaltado unas cuantas preguntas en mi calva cabecita, y aquí­ están estas interrogantes ¿Será que en Chachapoyas desde el municipio no hay apoyo al artista Amazonense y más prefieren apoyar a los rimbombantes y marketeados de otros lugares? ¿Es acaso un delito, una falta administrativa cuando un poeta escribe un poema, o un pintor pinte un cuadro con acrí­lico en la Plaza Mayor de Chachapoyas? ¿Habrá que pedir permiso al municipio de Chachapoyas, a los ilustres serenos para escribir una carta, un poema, o como en el caso de Pablito Vilca pintar sus cuadros de los paisajes más bellos de Chachapoyas, de los rostros bellos y hermosos de los jóvenes varones y damas de la gran ciudad? Qué triste forma de tratar a un artista que se empecina en pintar y pintar los paisajes de su amada región Amazonas, de su Lamud, de Luya, de Chachapoyas.

En lugar de prohibir pintar deberí­an propiciar espacios donde se desarrolle el arte urbano y todo tipo de arte, para que de esta manera aparezcan más Pablitos Vilca en Amazonas. Qué triste saber del trato dado a nuestro artista. Deberí­an, nuestros amigos de la municipalidad de Chachapoyas aprender de lo que se ve en otras ciudades, como las plazas, plazuelas, parques, playas y todo espacio de recreación sirven también para el desarrollo del arte, veamos lo que se ve a los alrededores de la plaza de armas de Chiclayo, Trujillo, Lima, Piura y otras ciudades del Perú y de otros paí­ses. Más criterio señores.