En la calle de El Comercio, de mi hermosa fidelísima ciudad, mas o menos a media cuadra de la plaza de armas, subiendo a la plazuela de Burgos, en la acera de la derecha, había una casona grande con una tienda de mercadería, atendida por un señor muy circunspecto, padre del mejor periodista que ha tenido la región Amazonas, editorialista del diario más antiguo del Perú y que llegó a ser un muy buen senador de la república. 

En los establecimientos comerciales de ese entonces como era el caso de mi padre don José David Reina Rojas, que tenía su tienda comercial en la plaza de armas, junto al Cine Central, se vendía de todo y tal como dice el dicho desde “un alfiler hasta un automóvil”, pues después de este preámbulo deseo contarles una anécdota que pasó con el señor comerciante de la calle de El Comercio, ahora el jirón Amazonas.

Una mañana soleada, a eso de las 11, antes de la hora del almuerzo, una señora, que subía cuesta arriba, desde el mercado, llevando la canasta en su cabeza, llena de víveres y que tenía en su corral, muchas gallinas, una de las cuales tenía el defecto de comerse el producto de su ovulación y no solamente de ella sino también de sus congéneres, al pasar por El Comercio, recordó que su vecina lo había dicho que para “curar” a su gallina que era la más ponedora y a la cual hasta lo había quemado el pico para que no se coma los huevos, tenía que engañarla con algo parecido y que no se rompiera por nada y que eso lo comparaba en esa tienda y entonces ni corta ni perezosa, bajó su canasta y entró en la tienda, diciendo:

- Don Gabriel, buenos días.

- Pasa hija, ¿en qué puedo servirte?

- De verdad, dice que usted ¿tieneste huevos de plomo? 

- La verdad que no hijita, pero, si dudas, puedes agarrarlos y comprobarlo.

- Tay,, lo que seaste don Gabriel, yo quiero huevos de plomo pintaus para que no lo picotee  la gallina.

Una anécdota bonita que bien viene al caso ahora en este tiempo de elecciones, cuando en el decir del refranero nacional se dice: ”Que gallina que como huevo, aunque lo quemes el pico”, pues es muy cierto este refrán, con gente que se “acostumbra a no hacer nada y vive solo de lo que le pagan en los estamentos del Estado, pues, como dice el refrán, hay aquellos que, aunque los quemen el pico, siguen buscando un puesto en el gobierno y a diferencia de la “gallina ponedora”, ellos “no producen nada”, buscan la forma de encontrar un puesto de cualquier cosa, primero uniéndose a los políticos que son populares y aprovechando para encontrar un lugarcito que no sea muy notorio, como ayudante, asesor, regidor, consejero, subprefecto, sub gobernador, alcalde, gobernador y después aspiran a ser candidatos a congresistas y lo peor del todo que siguen ejerciendo el puesto que por favor encontraron en algún establecimiento que no se opone al cargo que postulan, en otras palabras, viven y siguen ganando a doble cachete.

Particularmente, yo felicito al que se lanza al ruedo político, pues hay que tener mucho coraje para hacerlo, sobre todo aceptar las críticas que los hacen y más cuando repiten el plato y mientras ejercieron los cargos no hicieron nada por el desarrollo de nuestro pueblo y el progreso de nuestra región, como es el caso, de muchos que tienen una gran coraza y no les entran balas y les importa un pepino su dignidad y el prestigio de sus familias. Sin embargo, hay profesionales con buenas intenciones, que están decididos a trabajar en forma honesta y dejar huellas, con obras bien hechas en beneficio de nuestras comunidades. A ellos hay que apoyarles y pedirles que se rodeen con buena gente que cobren con vergüenza sus dietas y sueldos y que sean fieles al cuidado de la economía de nuestra región y de nuestro país, que es la plata de todos nosotros que pagamos impuestos y cumplimos con la Ley.

No espero tanto de nuestros personajes que se proyectan ahora como nuevos candidatos, porque estoy lejos de mi terruño y solo son noticias ligeras que nos llegan por estos lares, con sabor más a chismes que comentarios verdaderos. Por allí dicen que los que ayer ya fueron autoridades y que no hicieron nada para la ciudadanía, pero, mucho para sus bolsillos, nuevamente están tratando de engañar a la gente con promesas que saben a caramelos y no tienen siquiera la preparación necesaria, menos la moral de personas éticas y sin vergüenza alguna, otra vez vuelven por la misma cosa. A estos señores yo les pido que lean la biografía de dos personalidades, que brillan en el horizonte político de sus respectivos territorios, como es Truman en Usa y Mújica en el Uruguay, para saber lo que es decencia política, el amor y respeto al pueblo que los eligió.