Pastillita para el Alma 28 – 07 – 2025
Ayer, a medio día, conversé con un gran amigo, menor que yo y emocionado, me recordó cómo es que, casualmente, en estos días de vacaciones estudiantiles, iban a esperar al Tapial, porque en un avión Douglas de la Focet, llegábamos a nuestra tierra bendita, aprovechando las vacaciones de medio año, tres “futbolistas” mi amigo muy querido, ahora mi compadre, Jorge Zubiate Torrejón y Buenaventura Burga Noriega, para defender los colores de nuestro CLUB HIGOS URCO, en el Campeonato de Fiestas Patrias, con la participación de muchos equipos de los diferentes distritos como el de Leymebamba, con su famoso arquero Arias, de Chuquibamba, de la provincia de Rodríguez de Mendoza y la participación de los clubes de la localidad, donde nuestro rival más temido era el Club SACHAPUYOS con Lalo Alvarado, el Sarandaja, Edo Sánchez Valdez, enemigo en la cancha, muy amigo fuera de ella y Defina en el arco que jamás olvidará mi gol de media cancha. Partidos de futbol macho, que en el decir de nuestro popular “Veloz” Hernán Saavedra entrenador profesional de muchos equipos en el extranjero, espectador presencial de clásicos en diversos países, finales de campeonatos mundiales, y en el decir de sus propias palabras “El partido que con más emoción recuerdo, es el clásico Higos Urco con el Sachapuyos en el polvorín de Belén”, honor para nosotros viniendo de un personaje como él.
¡¡¡…Chispazos eternos de retacitos insignificantes de carbón, cuya llamita, a veces, se aviva, tintineante, en ese cofrecito de mi mente, donde, permanecen sempiternas, junto a otros, ¡¡¡como mis joyas más valiosas…!!!
Yendo al tema, porque ocultar, lo que es cierto, algunos vivimos, muchísimos más, de lo que nos espera estar en este mundo, aunque, hay viejos mentecatos y parlanchines que, andan como muchachos, regocijándose de su salud, bailan, viajan, dicen no dolerles nada, se dan el lujo de hacer planes para el futuro, después de sus 90 años y quizás algunos pasen los 100 años, con los adelantos de la ciencia, sin embargo, nuestra permanencia en este mundo tiene su límite aún, con la esperanza de que los nuevos descubrimientos aumenten el tiempo de gozar de la tierra.
Deepra Koprac, es un médico nacido en Nueva Delhi, en la India, residente en Estados Unidos, ha escrito muchos libros y además es un conferencista internacional y leyendo uno de sus últimos escritos, me inspiró para redactar esta Pastillita, remarcando en sus consejos para gozar de una vida plena después de cumplir las 9 décadas, con libertad de movimientos, ser independiente y … sus consejos, son fáciles de realizar y simples, como para ponerlos en práctica y no ser una carga, si es que tenemos la suerte de que alguien se compadezca, cuando ya somos dignos de lástima o de molestia y alguien nos acoja y soporte.
La vejez, es cierto, está llena de sabiduría, se queja de dolores articulares, de pérdida de equilibrio, de pérdida de memoria y a veces de olvidos y se queda muda en completo silencio, crisis de llanto, de quejidos sin motivo y “ese ayer tarde me miré en el espejo” le convence de sus arrugas, de su mirada cansada, la palidez marcada de su rostro, su temblor y lo físico se transforma, alguna vez, en dolor del alma y el miedo a la tumba fría, que allí cerca lo espera.
Pero, como bien decimos los médicos “no hay enfermedad que dure 100 años, ni cuerpo que lo aguante” pero, mientras hay vida, hay esperanza y mejor, si todavía tenemos mente lúcida que piensa y nos trae recuerdos, nos muestra el presente y medio adivinar el futuro, entonces porque no sacar fuerza de flaqueza y enfrentarnos a las dificultades, con energía y vigor, ya que con la ayuda de DIOS, hemos llegado a la edad que tenemos, con muy pocas batallas perdidas, luchando, como los buenos y … nos damos cuenta ya no tener amigos y viene a tu memoria ese vals “Dónde están mis amigos, ya no los veo” es, … porque muchos de ellos se murieron, mayores o igual a ti y los menores, de repente, están enfermos, cambiaron de ciudad, están en un asilo o lo peor en la cárcel; además recuerda, ,,, esos que, si todavía quedan, nunca fueron tus amigos, estuvieron contigo cuando te necesitaban. La soledad es buena compañía, lo grave es cuando te ignoran y no te das cuenta que, cuando hablas ni te escuchan, ni te dejan terminar, porque te consideran desfazado, … lo hace, tu propia familia, cambia de tema, desconoce tu valía, tus triunfos y lo que diste por ellos, pero a pesar de eso, … no te quedes mudo y no permitas que te callen.
Importante, escucha a tu cuerpo, porque te habla, sin que te des cuenta; si no tienes apetito, disimula, guarda para más tarde, pero procura comer, recuerda enfermo ni viejo que come, no muere. Generalmente hay pérdida de sueño, apaga tu luz, respira profundamente, hazlo hasta 9 o 10 veces, deja en blanco tu mente y duerme, recordando que el sueño, es importante, muchas veces igual o mejor que los alimentos.
Nunca olvides que tu cuerpo físico es el vestido del alma, y los vestidos como las ropas, se lucen cuando están nuevas, cuando uno envejece de deshilachan, se percuden, se ensucian, lamentablemente no se lo puede cambiar, aunque, los tejidos son capaces de renovarse lentamente, sin embargo, tu alma sigue joven, no se envejece nunca si lo alientas con buena voluntad y adaptándose a las dificultades, sin rendirse. Los microbios o las bacterias, disfrazados como preocupaciones, tristezas, penas, amarguras, resentimientos, angustias, depresiones, son las que enferman el ALMA y su medicina que lo cura o la sana es la alegría, la gratitud permanente a Nuestro Creador por habernos dado la oportunidad de estar en este Valle de Lágrimas, tanto años, casi igual como cuando éramos jóvenes.
Contrólate con tus médicos, cuéntale tus molestias, pero, no lo creas mucho, porque él no es el que siente tus dolencias y los achaques, son tuyos. Toma las medicinas siguiendo sus instrucciones, pero, viendo cómo responde tu organismo, siempre y cuando no sean infecciones o enfermedades crónicas como presión alta, diabetes y otras comprobadas con exámenes auxiliares, pero no para eso del malestar general, tristeza y otras parecidas. Recuerda lo importante es que te sientas con vitalidad y lleno de energía, mostrando alegría a la vida. Mi hermano muy querido Lorenzo el popular “Palito” la última que nos vimos, le pregunté ¿Cómo estás? y tocándose la frente, como lo hacíamos Los Pachacos, me dijo: “Machazo hermano” aclarando, porque como era tinterillo, sus enemigos, lo pueden escuchar y se van alegrar si saben que está enfermo. El viejo tiene que ser entusiasta, no debe contagiar su tristeza. Debe cuidarse cuando camina, apoyándose en un bastón, para asegurar su marcha, el bastón da respeto y distinción, … con la cabeza erguida mirando adelante, no buscando capillo, tampoco, quien tiene piques o niguas en los “patacala” mientras los chuzos Rímac y Diamante estaban con el maestro Carrión Jave cambiándolo su media zuela.
Importante recuerda, el viejo muy rara vez tiene sed y por eso se deshidrata rápido, … cuando te sientes sin ánimo, débil o desganado, seguramente te falta agua, lo necesario es tomar dos litros de agua al día, se tenga sed o no y más si hace calor o se tiene la lengua seca. Cuando te despiertas en la mañana, estírate como el gato y lo mismo en la noche cuando te recuestas y jamás te olvides de rezar y dar gracias a DIOS, porque te dio un día más de vida.
No olvides que aparecen signos de disminución en tus funciones. Ya no ves como antes y tu audición ha disminuido, pero, no hagas que se den cuenta y … ríe cuando ellos se ríen, sin exagerar … adivina, en lo que puedas lo que comentan y siéntete feliz de estar en reunión, no seas aburrido ni te des por resentido, total, lo importante es que tú seas feliz y no ellos. Siempre ten presente que lo más triste para los viejos es sentirse , … que nadie te extrañe y por el contrario te eviten porque molestas, tampoco te apartes, permanezcas todo el día con pijama, sufriendo, recuerda al resto le importa un bledo y ya vas a estar 2 metros bajo tierra, arrepentido por gafo y sonso.
Vive, mientras puedes, cuenta tus historias, tus aventuras, tampoco seas consejero y ejemplo de los que te escuchan, ni digas me estoy despidiendo, recogiendo mis pasos … no sea simplón los pasos no se recuperan. Evita contar tus aventuras amorosas, porque las que creías te adoraban o se han muerto o se avergüenzan por la pena que das.
No sufras por las oportunidades perdidas, ni menos por las críticas que recibes por lo que hiciste, … repararlas, ya puedes. No te atormentes, tampoco de cómo se comportan tus familiares contigo, algunos en muy buena forma, otros, como si nunca te hubieran conocido, … a ellos recuérdales con cariño y a los otros, pídeles perdón, porque el malo fuiste tú. Si tienes la suerte de tener tu pareja como compañía, ámala cada día más, abrúmala de cariño y gratitud por toda la pasión de tus años de juventud, por tus hijos, por el inmenso amor que compartió contigo acompañándote, con alegría en tus triunfos y llorando en silencio y animándote en tus derrotas, perdonando tus caprichos y tus faltas y lo mejor de todo, siendo tu amiga íntima que, hasta ahora comparte tu lecho, la única que cuida y soporta tu cuerpo viejo y cansado, sin hacerte saber, las dolencias que te oculta y padece, elevando sus oraciones, rezando su Santo Rosario a su Virgencita de El Carmen, pidiendo te conceda más vida y sigas con libertad y autonomía, respetando tus caprichos y exigiendo se cumplan, muchas veces tus desquiciadas órdenes, ante la indiferencia de los hijos y nietos, justificando el silencio y ausencia de los familiares, porque, el viejo es capaz de soportar el dolor del cuerpo, pero, lo más duro y dañino, son la pérdida de afecto que se acumula en un rincón de su alma y lo va matando lentamente, volviéndose lento, al ponerse las medias y amarrarse los zapatos, escaparse a sentarse en el parque a leer un libro, pero sobre todo de la necesidad de conversar con alguien, porque ya no tiene amigos, pero eso que, importa, si todavía tiene vida y la “Vida” es para gozar, hasta que te tengan envidia.
Vivir después de los 90 años, es solo para valientes, los que no saben rendirse, siguen siendo dignos, bondadosos, tratan de ser autosuficientes, no muestran sus males, ni contagian sus algias, ni crisis de depresiones ni angustias. Se ríen del mundo y se adaptan al modernismo o, al menos, hacen lo posible, pero no se quedan. Saben que la muerte está tocando la puerta, no lo tienen miedo, ni temen, pero no lo abren la puerta, esperan que se aburre y se vaya, mientras tanto a bailar, reír, gozar, disfrutar, contagiar alegría, sin jamás, llorar de miedo, para no ser “puite”.
Jorge REINA Noriega
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