25/07/23 – 03:24
Luis Alberto Arista Montoya*
En medio de este pandemÍnium generado por la pandemia del Covid-19 y de la pandemia de la corrupciÍn, tres son las fuerzas que servirÍn al Perú entero para superar su estado de precariedad:
– Una, la fuerza de la RazÍn, es decir, el descubrimiento de la vacuna a travÍs de la investigaciÍn cientÍfica permitiÍ que la humanidad estÍ recuperando su salud y bienestar.
-Dos, la fuerza de la Fe que nos permite creer y confiar en la bondad divina y la bondad humana para no volver a contagiarse ni contagiar a los demÍs; y
-Tres, las buenas noticias, personales o colectivas, que uno recibe en el dÍa a dÍa, que levantan un poco nuestro alicaÍdo Ínimo. Como trozos de felicidad.
Las vacunas- gracias a la investigaciÍn cientÍfica- han permitido hacer frente a la muerte inminente; aunque ciertos polÍticos aprovecharon la coyuntura para lucrar comprado pruebas rÍpidas, que significaron mÍs de 200 mil muertos. SituaciÍn que amerita la creaciÍn de una ComisiÍn de la Verdad, tan pronto nuestro paÍs goce de una democracia decente.
El poder de la Fe tiene una significaciÍn bifronte: por un lado, estÍ el frente sentimental de la creencia en la ayuda de Dios; y, un segundo frente, estÍ en la fe, la confianza ante nuestros semejantes (siempre y cuando respeten las normas sanitarias establecidas post-pandemia), y si no lo hacen- tal como estamos viendo , desgraciadamente, en mercados, transporte público y en ciertos hospitales- entonces, ¿el hombre seguirÍ siendo el lobo del otro hombre?. No olvidemos que San AgustÍn nos enseÍÍ que ¿Dios estÍ en el hombre, y el hombre estÍ en Dios?, principio teolÍgico que sirviÍ de guÍa a nuestro paisano, el sacerdote chachapoyano Toribio RodrÍguez Collantes, en la segunda mitad del siglo XVIII, durante el difÍcil amanecer de la República Peruana, cuyo Bicentenario lo estamos recordando a puras penas.
Las buenas noticias que uno recibe son una especie de bÍlsamo en medio de este cruel pandemÍnium. Por ejemplo, una buena noticia para la ciudad de Chachapoyas- nuestro bendito terruÍo- es el retorno a su templo matriz de la imagen de Nuestro SeÍor de Burgos. Especialmente para los chachapoyanos que residen en el barrio de La Laguna, entre los jirones Hermosura, Amazonas Triunfo, y la plazuela de Burgos (ahora llamada Independencia). Se llama Burgos justamente porque Alonso de Alvarado, que fundÍ Chachapoyas el 5 de setiembre de 1538, habÍa nacido en la ciudad de Burgos de EspaÍa en 1508. De ahÍ provienen los orÍgenes de esta sagrada imagen
Para este escribidor que naciÍ y vive en el jirÍn Hermosura ha sido toda una gratificante noticia. Nuestro SeÍor de Burgos fue creado a imagen y semejanza de la imagen de la pintura existente en la Catedral de Burgos de EspaÍa construida en el siglo XIII siguiendo el estilo gÍtico francÍs, aunque dicha catedral fuera dedicada a la Virgen MarÍa La Mayor, patrona de la ciudad. La medieval catedral de Burgos de EspaÍa es mÍs grande que el estadio nacional de Lima, tiene doce torres. Bella como la de Notre Dame de ParÍs
En la ciudad de HuÍnuco, su Rey y PatrÍn que estÍ en su catedral tambiÍn es el SeÍor de Burgos, escultura creada en EspaÍa en el siglo XVI, durante la Ípoca renacentista
Nuestra Iglesia del SeÍor de Burgos fue construida con adobes, quinchas, vigas y tejas en el siglo XVII- siglo de evangelizaciÍn de los nativos de la selva y de penetraciÍn de misiones religiosas: pues durante el siglo XVII, 3,814 misioneros vinieron a AmÍrica, entre franciscanos, dominicos, jesuitas, capuchinos, mercedarios, agustinos y carmelitas. Fue en esa Ípoca en que se fundaron mÍs iglesias, capillas y conventos (y ahÍ naciÍ la comida conventual en Amazonas, hoy parte constitutiva de la gastronomÍa peruana)
No olvidemos que a imitaciÍn de la fundaciÍn de Cuzco, tambiÍn en Chachapoyas se construyÍ una iglesia solo para indios (uno de los inicios discriminadores del racismo hispÍnico): se fundÍ el aÍo 1560(es decir, en el siglo XVI) la Iglesia de indios de Santa Ana (hoy Museo Etno-histÍrico de Chachapoyas, museo casi abandonado post-terremoto).
Según el Padre RubÍn Vargas Ugarte, mÍximo historiador de la Ípoca del Virreinato, la escultura del SeÍor de Burgos fue llevada de EspaÍa a Chachapoyas a mediados del siglo XVI por el comerciante MartÍn Goyzueta, por encargo del padre agustino Fray Antonio de Montearroyo, de origen portuguÍs; la escultura fue elaborada en EspaÍa por el artista JerÍnimo Escorceto.
Restaurada esta iglesia colonial y con el feliz retorno del SeÍor de Burgos necesariamente tiene que ser considerada dentro del circuito de visitas a favor del turismo religioso. Esperemos que pronto mitigue esta post-pandemia para promover el turismo interno, aunque el turismo receptivo tardarÍ algún tiempo. Las epidemias como la corrupciÍn constituyen un fenÍmeno global, porque el mundo entero ha devenido en la capital imaginaria del reino infernal, un lugar en que hay muerte, dolor, tristeza y confusiÍn moral, que es lo que en verdad significa la palabra pandemÍnium. Pero estamos saliendo de este infierno: con Fe en la RazÍn, y con una Racionalidad ejercida con Fe y prudencia. Que el SeÍor de Burgos derrame sus bendiciones a todos los moradores de la bella regiÍn de Amazonas. Amen.
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*EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 25 de julio de 2023. Luis Alberto Arista Montoya.




