Chile transita una gigantesca crisis política, económica y social y lo está resolviendo con una transición de cambio en democracia; en Perú vivimos también una severa crisis política, económica y social que parece empeorarse en la confrontación antes que en la salida de cambio en democracia. En Chile hay un proceso esperanzador también en términos culturales y ambientales en el Perú el choleo, el comunisteo, el terruqueo son todavía pan de cada día y el desprecio por el medio ambiente nos acaba de “regalar” esta semana una enorme marea negra de petróleo en el litoral de nuestra propia capital. Somos procesos diferentes, en Chile se vislumbra algo mejor, en el Perú, luego de leer, en medio año, la primera entrevista a nuestro Presidente nos queda la fe en una urgente mejora antes que una larga y profunda desmejora, la esperanza ante la incertidumbre.

Muy conocido fue desde los 80 el “modelo chileno” económico liberal impuesto por Augusto Pinochet con los Chicago Boys bajo la “supervisión” de Milton Friedman. Fue el periodo de la liberalización económica, las privatizaciones (incluida la seguridad social), la eliminación de los sindicatos, el crecimiento económico y la desigualdad social. Pinochet dejo el gobierno en 1990 (siguió como Jefe Militar hasta 1998) pero ese modelo impuesto en dictadura fue continuado en los sucesivos gobiernos democráticos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michel Bachelet y Salvador Piñera. La última década genero una gran movilización social liderada por estudiantes universitarios el 2011  (incluido Boric y varios futuros gobernantes), la eliminación de las AFP y el pedido Asamblea Constituyente del 2019. El “exitoso modelo liberal chileno” alumbro luego de 4 duras décadas un proceso de nueva constitución liderado por la izquierda y la llegada por elección, 50 años después de Allende, de un gobierno de Izquierda.

Chile entra en un proceso de cambio democrático ejemplar. Piñera ha logrado cumplir su periodo democrático con una aceptación que llego al 6% y la oposición logro elegir una Asamblea Constituyente que elabore una nueva constitución y ganar un gobierno de izquierda.

Las últimas elecciones chilenas una de las más votadas y polarizadas ideológicamente dieron por ganador, mediante un balotaje en segunda vuelta, al candidato de izquierda Gabriel Boric en contra del candidato de ultra derecha José Antonio Kast. Nos provocó sana envidia que el mismo día de las elecciones el candidato perdedor reconozca su derrota democrática y felicite al ganador, que el ganador de un discurso esperanzador de cambio en democracia y concertado y que el Presidente en ejercicio convoque inmediatamente al ganador para garantizar una adecuada transferencia. En paralelo en nuestro Perú, la candidata derrotada en segunda vuelta no acepto los resultados como lo había hecho 5 años antes, no reconoció al ganador e impulsó a nivel nacional e internacional, con otros aliados, una campaña por descreditar las elecciones y deslegitimar al candidato ganador bajo la existencia de “la amenaza comunista”. En Perú los perdedores no permitieron un periodo de transferencia de gobierno ni de preparación de asunción gubernamental, apenas una semana antes de la transferencia el JNE proclamó al ganador y, que vergüenza, esta semana, medio año después, el Ministerio Publico resuelve que en las elecciones no hubo fraude. Las autoridades y políticos chilenos muestran que se puede poner los intereses del país por delante de los particulares más allá de las rivalidades políticas e ideológicas, basta palpitar país únicamente. 

El presidente electo de Chile Gabriel Boric, en pleno proceso de transferencia gubernamental y preparación del nuevo gobierno, acaba de anunciar a su primer gabinete con casi 50 días antes de asumir el mando; eso es una gran lección y mirando nuestra realidad nacional incrementa nuestra sana envidia:

i) Es un gabinete progresista de profesionales y técnicos de diferentes fuerzas políticas pensado en la agenda de la segunda vuelta antes que de la primera que tampoco deja de lado; en Perú el primer gabinete muy cerrado y pensado más en la primera vuelta que en la segunda, se juramentó, como nunca, en un episodio de 3 partes: primero al inexperto y  deslucido Premier Bellido,  luego  al  grueso  del  opaco gabinete  y  finalmente  a los ministros de economía y justicia que habían expresado sus reparos a la conformación del mismo.

ii) El anunciado gabinete de 24 ministros chilenos, si se revisa sus perfiles, lo constituyen profesionales técnicos y políticos con gran formación y experiencia; a diferencia del nuestro en el que muchos de nuestros Ministros (salvo excepciones) adolecen de una adecuada formación técnica, experiencia gubernamental e incluso formación política, en el que incluso más que currículo para el cargo algunos tienen prontuariado para el mismo.

iii) El primer gabinete chileno será mayoritariamente femenino, estar conformado por 14 mujeres entre las cuales destacan la nieta de Salvador Allende como futura Ministra de Defensa y la primera mujer como futura Ministra de Gobierno Interior. En nuestro Perú el gabinete de 2 meses del machista Bellido apenas tuvo 2 mujeres en 19 ministerios; el gabinete de Mirtha Vásquez subió la cuota a 5 y es incierto pero ojala mejore en el tercer “nuevo gabinete” del que se viene hablando hace un mes. Somos convencidos, que nuestro gobierno será mejor, mientras más mujeres asuman el liderazgo de las instituciones importantes del país, ojala nuestro Presidente piense igual, mire la experiencia chilena que se viene o tan sólo recuerde al gabinete de su antecesor.

iv)       El gabinete que presenta el presidente Boric es muy compacto, políticos y profesionales

con pasado y experiencia política conjunta o con una visión de país similar o identificadas con  las necesidades de cambio; en nuestro país, lamentablemente no es compacto, no hay visión conjunta y como se dice ni equipo es. Abrigamos la esperanza que después de medio año, nuestro Presidente, que ya paso por la experiencia de conformar 2 gabinetes cuestionados y un pedido congresal de vacancia denegado, en la tercera sea la vencida, no se equivoque como lo acaba de reconocer y nos presente por fin un equipo de gobierno profesional, compacto, bueno y con una visión de cambio en democracia. Difícil será, por el perfil de nuestro Presidente, pero abrigamos la esperanza de que no sea imposible.

v) Es  un  gabinete  de  izquierda  que  convoca  profesionales  de  izquierda  modera  e independientes. El propio futuro Ministro de economía chileno es un reconocido profesional de izquierda que ha sido Presidente del equivalente al BCR y por ello mismo tiene el reconocimiento de las elites económicas y políticas chilenas. Es cierto que en los 2 gabinetes de del Presidente Pedro Castillo hay personas de izquierda, algunos ilustrados, pero que no han podido cuajar siquiera una propuesta homogénea de cambio en democracia para no hablar de izquierdas.

Sana envidia el proceso chileno, nosotros seguiremos remando, contracorriente, por un concertado cambio en democracia que es el camino y destino de un mejor Perú.