05/04/24 - 04:56
Luis Alberto Arista Montoya*
Cuál es la situación de la nación peruana? ¿La salud del cuerpo de la nación está en estado crÃtico, anormal, en cuidados intermedios o en cuidados intensivos? La crisis permanente que padece la sociedad peruana nos lleva a plantearnos estas y otras cuestiones. ¿Quiénes son los responsables de responder ahora que cunde la desconfianza en todos y todas?
En un verdadero Estado Democrático de Derecho Constitucional existen dos mecanismos de respuesta: uno, el Mensaje a la Nación que da el presidente(a) cada 28 de julio; y dos, el Mensaje del Primer Ministro cada vez que solicita su confianza al congreso. Mensajes donde se diagnostica, pronostica y se promete soluciones sobre los problemas que aquejan al cuerpo de Nación.
En los EEUU existe la vieja costumbre democrática de que los presidentes se dirijan a los ciudadanos públicamente para informarles, cada cierto tiempo, sobre el estado de la Nación. De tal manera que todos los polÃticos y administradores de la cosa pública se enteran de cómo marcha la administración del Estado, para de esa manera privilegiar lo bueno, superar lo malo o rectificar las polÃticas públicas a favor de los ciudadanos.Â
Todo Estado que se ufana de ser democrático padece de patologÃas de la razón polÃtica. Ninguno se salva. Lo importante estriba en superarlas mediante el consenso. No existe otra vÃa.
Esta práctica está ausente en el Perú. Pues, durante la presentación del gabinete de ministros presidido por Gustavo Adrianzén, se ha podido escuchar la misma monserga de siempre: falta de transparencia, palabreo y promesas y más promesas. Se ha perdido, una vez más, una buena oportunidad para retomar el destino histórico del Perú de cara al Bicentenario de la triunfal gesta independentista de la Batalla de Ayacucho.
Ningún orador creible, ningún orador honesto. Ausencia de discursos coherentes, de propuestas viables. Pura chachara, cundió el insulto y el dicterio. Un sÃntoma nefasto de toda crisis social es el empobrecimiento del lenguaje. La ausencia de una ética discursiva en busca de consenso es notoria en el actual Congreso y en el Ejecutivo. Y la sociedad civil calla y otorga dando el beneficio de la duda.
Solo me referiré al sector educación como botón de muestra. Gustavo Adrianzén prometió que: “proyecta para el 2026 80.000 plazas para nombramiento docenteâ€, pero que este año- añadió con maña- serán solo 50 mil, pese haberse comprometido con el SUTEP que tenÃan que ser 100,000 plazas ocupadas al 2026Â
En el último proceso de nombramientos (año 2022) postularon 200 mil maestros de escuela pública, y solo ocuparon plazas 75 mil, informó Lucio Castro, secretario general del Sindicato Unitario de de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep); que el anuncio del premier no es nada nuevo, pues ese aumento habÃa sido acordado en 2023,entre el magisterio y Miriam Ponce, la anterior ministra de Educación. Esto se llama en buen criollo “colgarse de chaqueta ajenaâ€. Solo buscando alcanzar la investidura de su gabinete.
 También prometió- cuando no- que este año se capacitará a más de 110 mil maestros nombrados y contratados.; que Pronabec otorgará 10 mil becas este año y 50 mil hasta el 2026. Además prometió “un concurso docente riguroso, el cual busca captar a profesores idóneos, lo que permitirá elevar los estándares del servicio educativo público nacionalâ€, dijo Adrianzen con Ãnfulas de lÃder. Mientras una gran mayorÃa de colegios públicos siguen funcionando en terrenos baldÃos, bajo carpas o calaminas oxidadas, sin baños y sin agua potable.
No dijo nada acerca de la modernización de los Institutos Pedagógicos, ni de la reforma de las Facultades de Educación de las universidades públicas y privadas. Si a esas canteras, donde estudian en buena y debida forma  los profesores desde el inicio de su vocación magisterial, el Estado no les presta una permanente y esmerada atención, de sus aulas seguirán egresando profesores mediocres, apáticos (por falta de un buena remuneración) y nada empáticos (por resentimiento profesional), y el Estado seguirá gastando, posteriormente, miles de millones en capacitarlos.
El Sector educación, tanto como el sector cultura, salud y el del interior, son los que más cambios ministeriales han sufrido. Cunde el poder mediocre, las facciones y las cuotas de poder Solo bastarÃa un buen diagnóstico de estos sectores para demostrar que el estado de la Nación cada vez se precariza más, sin visos de una aceptable recuperación democrática en el mediano plazo. Â
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 5 de octubre de 2023. Luis Alberto Arista Montoya