-Hay un pacto tácito entre el Ejecutivo y el Legislativo con objetivos seguramente diferentes, porque mientras el Ejecutivo, particularmente Dina Boluarte, busca permanecer en el poder por impunidad para que no se sancione los graves hechos en los que ella está comprometida, en el caso del Congreso básicamente es por permanecer en el cargo hasta el 2026 por los objetivos subalternos que tienen varios de los grupos políticos que conforman el Parlamento. Unos están detrás de la captura de los poderes, pero otros grupos están legislando a favor de determinados intereses concretos, digamos, minería ilegal, el caso de las universidades, el tema que tiene que ver con intereses muy específicos, digamos que además les aseguraría que para adelante podrían seguir estando en estos espacios de decisión.

-Considero que hay un pacto corrupto en la medida en que está por fuera de los intereses del Estado, del país, porque si hubiera un acuerdo entre el Ejecutivo y el Legislativo de mantener cierto orden democrático en función a la gobernabilidad, otro sería el escenario. Acá lo que se juega son intereses particulares de cada uno de estos actores, con lo cual estamos básicamente en un escenario de corrupción.

-Creo que sí, en realidad, es parte de la negociación de las concesiones. Esta mañana (ayer) se ha sabido que el ministro del Interior ha presentado su renuncia. Varias bancadas habían puesto como condición para dar el voto de confianza que este ministro y dos más salgan del gabinete. Después del escándalo del fin de semana por el allanamiento, cuando el Congreso sale a apoyar a Dina Boluarte, lo hace bajo ciertas condiciones. Sabe que lo siguiente es el voto de confianza. El Congreso está ahora mismo en capacidad de ponerle estos requisitos específicos para otorgarle el voto que sellaría el pacto nuevamente en esta etapa.

-Tal como están las cosas, en realidad lo que tiene Boluarte son bancadas que están dispuestas a protegerla en cualquier escenario; sin embargo, son bancadas que la condicionan también. En esa medida no es que tenga un oficialismo que la proteja y hace lo que ella dispone, sino que son bancadas que le ofrecen su protección, pero que  también la están condicionando a las decisiones y deseos que estos impongan.

-Parecía, pero eso también nos muestra que para este Parlamento ya no interesa nada. Pueden encontrarla cometiendo cualquier tipo de ilícito en flagrancia, etc., pero la protección va a estar vigente en la medida en que ellos evalúen que todavía la necesitan para mantenerse en el poder.

-En este momento, el Ministerio Público es un actor muy relevante y estratégico porque ahora el sistema de justicia –el Ministerio Público, el Poder Judicial– pueden ser los que terminen de alguna manera siendo el contrapeso a este ataque al Estado de derecho. Y justamente por esto es que sentimos que el Ejecutivo y el Congreso están desafiando al sistema de justicia. Ver el domingo a la señora Boluarte respaldada por los militares ha sido una figura muy fuerte de desafío al sistema de justicia y al Estado de derecho. En el Estado de derecho se respetan las decisiones del sistema de justicia, aun cuando no nos gusten, hay mecanismos para apelarlas, para cuestionarlas, pero sale la señora a decir: no me importa el sistema de justicia, tengo la protección militar.

-Porque ha logrado sobrevivir y consolidar su presencia con todas estas coaliciones corruptas del Congreso y otras coaliciones que están incluso en el mundo del poder empresarial que inexplicablemente la están protegiendo. Claro, no importa que ella apenas tenga un dígito de aprobación de la ciudadanía, ella se está quedando por el poder del autoritarismo y de aquellos poderes corruptos que la protegen.

-La he conocido cuando entré al premierato y ahí la encontré ya de ministra. Yo sabía por supuesto que era la vicepresidenta, pero antes yo no había tratado con ella. Cuando se produce el golpe de Castillo, con lo poco que la conocía, me parecía que ella a lo mejor podía asumir un rol en ese momento como vicepresidenta, la sucesión era legítima. No confiaba mucho en sus capacidades porque no le vi nunca capacidad de liderazgo, pero uno no se imagina el nivel no solamente de ineptitud sino esa poca calidad ética que puede tener una persona que llega al Gobierno y rápidamente pacta con los grupos absolutamente antagónicos al grupo que la llevó a ese puesto.

-Estoy convencida de que las cosas que ha hecho en este Gobierno la van a confrontar tarde o temprano con la justicia. Lo que le correspondería es asumir esta responsabilidad con las consecuencias que traiga. Yo lamento decirlo, pero ella es una persona que debería estar en la cárcel después de los graves hechos de los que ha sido responsable.