Son las 3 de la mañana y por un pequeño malestar de comer un exquisito juane de nuestra tierra, de pura yuca, con su dentro de gallina, doradita a la sartén y no en cashque con manteca y una buena taza de café, pasado, en cafetera, y no en bolsa de tocuyo, como en Chachapoyas, se me quitó el sueño y de paso estoy escribiendo una de mis Pastillitas para el Alma y ahora, por una agradable sorpresa, al encontrarme en una consulta estomatológica, con la doctora Cruz de una clínica especializada en tratamientos quirúrgicos y de implantología, que trabaja en una red de clínicas a nivel local y de casi todo el Perú.

La doctora Cruz, es una excelente persona, tanto en el campo profesional, así como en su trato amable que, encandila a sus pacientes, no solo por su bondad y trato amable, sino también por su carisma y belleza física, … para mi sorpresa, resultó ser de la otra orilla del ancho mar, del país de Portugal, al parecer con un buen tiempo de estadía en nuestra patria y que habla perfectamente el castellano.

Me regaló su tiempo, para conversar de su experiencia en su país de origen, en donde, también como en nuestra tierra, me cuenta que, en los lugares apartados de los centros poblados, en los talleres de artesanos manuales, había un espacio reservado, para menesteres diferentes a su oficio artesanal, con una silla, casi siempre de metal, donde los “expertos” con tenazas, se encargaban de sacar dientes, al igual como el cuadro de Santa Apolonia, patrona de los Dentistas, en el consultorio del Dr. Humberto Arce Burga, en la plaza de armas de la Fidelísima ciudad de Chachapoyas, … cuenta la doctora que muchos transeúntes que, pasaban cerca del lugar, escuchaban el grito desgarrador, como alma que le lleva el diablo, de los sufridos pacientes,  mencionando una serie de detalles más, para su inmediato tratamiento, motivándome, para que, en una charla, sin premuras y con una sonrisa agradable de mi interlocutora, entabláramos una linda conversación, que me permitió contar de algunos de los portentosos y notables “curiosos sacamuelas” de nuestra región Amazonas, donde un señor de Rodríguez de Mendoza, además de sacar dientes careados, hacía planchas de acrílico, para los múltiples chimuelos del lugar, o de aquel aguerrido Guardia Civil, que además de Policía, era tinterillo, consejero y consumado sacamuelero en Molinopampa, o de aquel otro que, empezando como sanitario aficionado en Piura y Tumbes, terminó su educación secundaria, estudió Derecho en la universidad y se recibió de abogado, tomando juramento para ejercer como hombre de Leyes, el mismo día, juntamente con su hijo y fue o es, un padre orgulloso, por todos los altos cargos  alcanzados por su colega y vástago en la administración pública.

Maravillosa persona la doctora Cruz, con su trato amable y angelical, me hizo olvidar el sonido del rotor a pedal y el ruidito de la freza que raspaba el diente careado de mis años mozos, allá por los años 50 del siglo pasado, en mi hermosa Chachapoyas, donde la paz y tranquilidad de esos tiempos, con callecitas rectas y de una escasa población, rendía culto a la amistad y al igual que mi doctora Cruz, me regalaba la ternura de su mirada, dándome la seguridad de su profesionalismo para confiar en sus manos expertas y hábiles.

Los viejos, como los niños, somos pacientes difíciles de tratar, … si bien es cierto que, a los niños se les puede distraer con una golosina, para nosotros, los viejos, caminantes de largos senderos, cargando alforjas de dolencias y pesares, una palabra dulce, un trato amable y bondadoso, es el caramelo, que calma nuestras ansias y temores y alegra nuestros afligidos y dolientes corazones.

Gracias mi estimada doctora Catarina por su trato amable y generoso, miles de bendiciones y larga vida.