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Pastillita para el Alma 14 – 02 – 2025
En el libro de Gonzales Nieto M. titulado “Antología de Poemas de Amor”, figura un poema de autor desconocido, llamado “Verdades Amargas”, en cuyo segundo acápite dice: “¿Amigos?... Es mentira: no hay amigos, /la amistad verdadera es ilusión; /ésta cambia, se aleja y desaparece /con los giros que da la situación. En otro acápite, continúa: “En este laberinto de la vida /donde tanto domina la maldad, /todo tiene un precio estipulado / amores, parentescos y amistad…. Y siguen una serie de reflexiones, que, como bien dice el autor, sin nombre, son Verdades Amargas, que nos conducen a pensar y valorar, en su dimensión real, a quienes se les debe llamar AMIGOS.
Siempre en muchas charlas y conferencias y en los libros de Historia, nos dicen que el hombre es un animal o, mejor dicho, un ser gregario, porque, así como los animales viven en manadas o en grupos, los seres humanos también tienden a reunirse, con la finalidad, al principio, de protegerse, de cuidarse, de ayudarse, luego, de convivir, formar familias, organizarse en sociedades, en naciones, sujetas a leyes y reglamentos, creados en bien de la comunidad en general. En estas comunidades o reuniones de personas, por familiaridad, por igualdad de etnias, por cercanía de viviendas y muchas veces por acercamiento emocional y la necesidad de comunicarse entre las personas, se origina un sentimiento muy noble que lo llamamos Amistad, que procede del latín amicitas, que luego se transforma en amicus y que se define, como un afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato, como la define el Diccionario Real de la Lengua Española.
Simon Wale, desde el punto de vista filosófico, planteaba que la verdadera y auténtica amistad es excepcional, porque, en los amigos, hay un balance emocional, muy delicado y debe existir una comprensión mutua, un entendimiento real y casi, con los mismos intereses personales, lo cual en nuestro medio y en esta época es difícil encontrar. Según una Revista de Sociología, los amigos se hacen en el trabajo, en los colegios y universidades, … en los integrantes de este último grupo de personas, la adaptación es lenta, porque tienen que cambiar su modus vivendu, con la dificultad de nuevos hábitos de comportamiento, del lenguaje, el modo peculiar de hablar y peor aún si hay diferencia de idiomas. Hay amistades imprevistas, con un rasgo especial de comunión espiritual, tal como sucedió con mi amigo y hermano del alma Eudoxio Paredes Ruiz, cuando nos reunimos en el Colegio San Juan de la Libertad de nuestra tierra, empezando una amistad que, perdura para siempre, aun cuando vivimos en países diferentes, a lo que se suma vínculos de familiaridad.
Hay amistades que nacen, por cosas fortuitas, insignificantes, como es el caso del Dr, Jonathan Kertich, oriundo de Kenia, el cual está haciendo una pasantía en el Hospital Casimiro Ulloa, a donde voy voluntariamente los martes y jueves.
La amistad ha sido objeto de reflexión, desde la antigüedad y algunos de los pensadores más importantes de la historia han intentado desentrañar su naturaleza. Aristóteles, por ejemplo, clasificó la amistad en tres categorías fundamentales: amistades de utilidad, aquellas que se forman porque las personas obtienen algún beneficio práctico de ellas, los que se hacen amigo del carpintero para aprender su oficio, del herrero, del chamán, etc …. amistades de placer, basadas en el disfrute mutuo, como compartir hobbies o momentos agradables, practicar un deporte, en mi caso personal, jugando futbol, en mi famoso e inolvidable Club Higos Urco, pero las más puras y duraderas son las amistades de virtud aquellas en las que las personas se admiran y respetan mutuamente, por su carácter y valores morales y virtudes parecidas, … según Aristóteles, solo las amistades de virtud, son verdaderamente duraderas, como por ejemplo, esas amistades cunado dos amigos te piden seas padrino de bautizo, confirmación y aún de bodas de seres queridos. Estas amistades muy raramente se rompen, salvo circunstancias muy excepcionales. También hay amistades que surgen en aquellas personas que fueron enamorados, las cuales se respetan, se conocen, se aman en silencio y nunca se olvidan.
Aristóteles y Jonathan Hy coinciden en que “el cambio, es una constante en la vida humana y esto afecta inevitablemente nuestras relaciones, … las amistades que no logran adaptarse a estos cambios, tienden a desaparecer, lo que no necesariamente, es algo negativo, porque, según la filosofía estoica, aceptar la temporalidad de las cosas, nos ayuda a vivir con mayor paz mental, pues, la experiencia, nos enseña que, no todas las amistades están destinadas a durar para siempre y eso no disminuye su valor, en el momento en que existieron”, sin embargo, es importante reconocer que, las amistades cumplen funciones específicas en nuestras vidas y está bien que algunas no perduren en el tiempo, porque cuando no fueron sinceras, se desvisten y descubres la calidad del quién fue tu amigo o te hizo creer que, fue tu amigo.
Amigos de muchos años, inseparables en determinados momentos de la vida, sufren cambios, aún por la edad de sentirse ancianos o porque su resentimiento y envidia que existió cuando eran niños o jóvenes, y ahora de viejos llegaron a tener algo de comodidad que, antes les faltó y esa opulencia lo consiguieron, por favor o hicieron dinero engañando a inocentes o como es frecuente, por corrupción, piensan que llegó el tiempo de tomar revancha de la vida y se vuelven mentecatos, pudientes y aún de la clase aristocrática.
Diversos estudios han analizado cómo y por qué las amistades cambian o desaparecen en el tiempo, revelando, patrones interesantes sobre la naturaleza de estas relaciones. Un estudio publicado en Psychological Science en 2018 descubrió, que el 50% de las amistades se disuelven en un periodo de aproximadamente 7 años, … las razones más comunes son: falta de tiempo, la vida moderna, con horarios ocupados y responsabilidades crecientes. También cambios en prioridades con grandes transformaciones como mudarse de casa, de barrio, de viajar al extranjero, cambiar de trabajo, casarse o tener hijos, suelen marcar el final de muchas amistades. Un artículo de Atlantic señala que “las amistades más sólidas suelen darse entre personas que comparten valores similares y niveles de inteligencia parecidos, esto se debe a que estas similitudes facilitan la comprensión mutua, reducen los conflictos y promueven una conexión más profunda. Según un estudio de la Universidad de Kansas del 2015, concluye que se necesitan 200 horas de conocer a una persona, para considerarle un amigo, lo cual ahora se modifica por el modernismo en las comunicaciones, como vemos en las noticias en general, que muchos facinerosos, aprovechando la inocencia de algunas personas especialmente niñas son engañadas fácilmente y son víctimas de protervas intenciones.
Ser amigo es enseñar con el ejemplo, no por lo que dicen las palabras escritas o, porque se escuchan muy bonitas, cuando las ondas sonoras, golpean físicamente nuestros tímpanos. Amor del bueno, es aquel que no pone condiciones, ni engaños, menos el que saca provecho de personas incautas, convencidas en la honestidad de las personas en quienes depositaron su confianza. No pueden ser harina del mismo costal, aquellos que, expresan, muy suelto de huesos que, a los únicos que se deben cuidar, proteger y favorecer, son a su grupo íntimo y que, el resto … vea cómo se las arregla, ya que ellos se la buscaron y es su problema, sin dar importancia, a la voz de su conciencia que, grita, reclama y exige, clemencia y compasión para la gente que pide y solicita ayuda y socorro. Para ellos, solo es importante y primordial, mostrarse tranquilos, felices y contentos, ante los ojos de la gente, los cuales, les aplauden, felicitan y admiran, por ese cambio de conducta en sus actos…. Insensatos … podrán disfrazar sus hechos en este mundo, mas no ante los Ojos del, que todo lo ve y todo lo sabe. Hay cambios en la amistad de personas, inclusive cuando hay diferencia de opinión como apoyar equipos opuestos en un partido de fútbol, lo que genera tensiones y discusiones inclusive agresiones físicas, ahora, en un nivel más profundo, como diferencias políticas, religiosas, aunque pueden parecer pequeñas si no hay respeto y empatía pueden convertirse en barreras insalvables.
Ahora hablemos de algo más incómodo LA ENVIDIA, es una emoción natural que todos tenemos, aunque muchas veces no lo admitimos, … de hecho los bebés muestran señales de envidia desde pequeños si uno recibe un regalo y el otro no, las lágrimas no se hacen esperar, y esa es una de las razones que, a mí, no me gustan las Navidades, porque aún entre los mismos primos, hay resentimientos. La envidia puede separar a los mejores amigos, la cual surge y se hace más intensa, cuando uno consigue algo que, el otro anhela, como un ascenso, nuevo automóvil o un éxito personal, sentimientos naturales, si no se manejan bien, generan resentimientos, inclusive dentro de los integrantes de una misma familia.
No recuerdo cuando, pero, leí que en un mural de una pared estaba escrito:
“Si en tu camino, encuentras, un verdadero amigo, entonces, encontraste a DIOS, en la tierra”
Jorge REINA Noriega
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