19/07/21 - 04:57
Otoniel Alvarado Oyarce
Sin mayores pretensiones académicas, ni de ser un trabajo cientÃfico, o de algún otro estilo especÃfico, se formulan estos comentarios con el fin de motivar alguna discusión acerca de la vigencia o no del ancestral problema, el del indigenismo, entendido como la explotación y el abuso al indio campesino andino por parte de los pudientes, especÃficamente los gamonales y terratenientes de otros tiempos.
Como premisas de trabajo desearÃa formular las siguientes:
Premisas:
1ª Los recientes resultados electorales que han alcanzado cifras bastante diferenciadas, más allá de la limpieza o veracidad de las mismas, fácilmente identificables, son coincidentes con las regiones geográficas de nuestro paÃs. Asà es posible identificar que en toda la región serrana habrÃan votado mayoritariamente por Perú Libre, partido de izquierda radical, mientras que en gran parte de la costa y la selva lo habrÃan hecho por Fuerza Popular, de derecha liberal.
2ª Este resultado ha conducido a que muchos analistas traten de explicar o justificar a la luz del fenómeno social de más de un siglo, el INDIGENISMO, tratando de poner en vigencia una realidad que en las primeras décadas del siglo pasado generó sendas polémicas, por lo menos hasta mediados del siglo pasado, entre grupos intelectuales antagónicos (1) y por ende con posiciones contradictorias, en cuanto al origen, naturaleza y solución del problema, que incluso están incluidos en la ideologÃa y programa de algunos partidos polÃticos como el aprismo auroral (2) y el posterior mariateguismo por un lado y del otro los partidos conservadores.Â
3ª Por otro lado, muchos expertos coinciden que el Perú, a nivel nacional, ha crecido de manera significativa en su PBI y que tanto la desigualdad como la pobreza han decrecido significativamente, evidenciado por sus múltiples indicadores. Sin embargo, no debemos soslayar ni dejar de comentar que este crecimiento no sea de manera sostenida y autónoma, menos homogénea a nivel nacional.Â
Propósito
Basado en estas premisas, en el presente artÃculo de opinión se pretende plantear algunos puntos de vista, desde la óptica de un profano en la materia, orientados a dilucidar, por lo menos en parte, la veracidad o vigencia de las afirmaciones de los opinólogos en torno a la vigencia del tema y problema del indigenismo.
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Hipótesis de trabajo
Para el efecto, pese a no ser un trabajo cientÃfico en strictu sensu, puedo formular, a manera de hipótesis de trabajo, que en tan largo tiempo han transcurrido múltiples hechos y desde diversos factores que han ocasionado que este fenómeno o problema haya sido superado significativamente o minimizado y por tanto su prioridad haya sido ya relegada.
Dimensiones objeto de opiniones
Baso esta sustentación, aun a pesar de ser un tanto superficial o elemental, que los interesados podÃan profundizar, en el análisis de las categorÃas epistemológicas que se indican y me permitan, provisionalmente, demostrar la hipótesis formulada. Algunas de dichas variables tienen que ver con: la semántica, la migración, la educación, la universidad y la regionalización.
1.- Desde el punto de vista semánticoÂ
Cabe precisar que el concepto no ha sido completamente esclarecido o bien definido, por lo mismo, pues siempre ha habido sesgos y hasta superposiciones o confusiones sea en la identificación o la interpretación del mismo.(3).
Asà por ejemplo para determinados sectores, sobre todo los hispanistas, lo han identificado con un fenómeno étnico-racista, desdiciéndose incluso de sus propias creencias cristianas. Una extensión de esta interpretación llega incluso a nuestros dÃas al tratar de relacionarla con la naturaleza o enfoque de la conquista.Â
Es de suponer que quizás por el predominio de esta concepción no se hayan definido polÃticas coherentes para tratar de acortar las enormes brechas de progreso y desarrollo de estos sectores, aunque ahora poco se van logrando.
A la concepción etnográfica, incluso geográfica, creo que se antepone con mayor coherencia la concepción socio económica y cultural (4), es decir de indudable implicancia polÃtica, pero lamentablemente dado el escaso alcance teórico y práctico de los partidos polÃticos, excepto el aprismo, es decir su estrechez ideológica, no les permitió visualizar enfrentar esta situación
Es posible colegir entonces, a nuestro modesto entender, que se trató de un problema de pobreza extrema y de abuso y explotación inhumana de estos sectores poblacionales ubicados básicamente en la sierra rural, andina, sin un atisbo de justicia. Por ello la aceptación de la justicia directa actual de las rondas campesinas, posiblemente más efectiva que la justicia estatal (5).Â
2.- Una mirada desde la perspectiva migratoria
Motivado básicamente por el dinamismo económico en las grandes ciudades de la costa, y a lo largo de nuestra historia y territorio, la migración del campo a la ciudad, de la sierra a la costa, se ha acrecentado incesantemente, rebasando notoriamente a la capacidad y obligación del Estado de atender tan imparable migración, pese a que, últimamente, se observe una reciprocidad en sentido inverso (6).
A esta situación ancestral seguramente ha contribuido el accionar del terrorismo que ha obligado a un desplazamiento masivo del campo a la ciudad creando nuevas zonas marginales, los antes denominados cinturones de pobreza, adicionales a los de la década de los 50.
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Nuevamente aquà se pone en evidencia la incapacidad del Estado para atender este problema, pues no existen polÃticas de crecimiento poblacional, menos estrategias de desarrollo de largo plazo de acondicionamiento territorial, puntos centrales a los que se orientaba la Constitución de 1979.Â
3.- El rol del sistema educativoÂ
Tradicionalmente la atención de la educación básica de antes solo se daba en escuelas del primer ciclo, es decir hasta el segundo grado de primaria, puesto que la primaria completa o prevocacional solo se daba en los principales distritos.Â
Ni que decir de la secundaria que se daba solo en capitales de departamento en los colegios secundaria común y técnicos. Ahora felizmente ya se ofrecen en casi todos los distritos e incluso en algunos centros poblados de menor nivel.
La aparición de la educación tecnológica de los Institutos Superiores, que a nuestro juicio no ha suplido la desaparición de la educación secundaria técnica, con sus tres modalidades, de antes de la Reforma. Tanto por idiosincrasia de los padres de familia, como por su insuficiente – cualitativa y cuantitativa - atención considero es uno de los niveles que menos ha posibilitado el desarrollo de los pueblos, menos aun de los rurales andinos.
Últimamente el crecimiento masivo de las universidades, tanto nacionales como privadas y en casi todas las provincias del paÃs, aunque lamentablemente con un enfoque más mercantil que académico, sin duda alguna ha dinamizado no solo económica sino también socialmente a las distintas poblaciones donde se ubican. Sin embargo, en oposición al aporte a la reducción del fenómeno del indigenismo, la discusión, aun pendiente, es definir cual es el modelo de universidad que requiere nuestro paÃs para hacer que estas instituciones medulares sean efectivamente coadyuvantes al desarrollo integral de los pueblos. La Universidad, por su propia naturaleza y sus objetivos, debe constituir una herramienta poderosa de desalienación y aporte cultural y económico de los pueblos.Â
Tampoco podemos dejar de resaltar el aporte significativo e intenso de los medios y redes de comunicaciones que., ahora, gracias a la cibernética, alcanzan hasta los pueblos más lejanos y abandonados, por tanto, en algo habrán contribuido con la culturización y la modernización en sus puntos de vista de los pobladores de estos lugares, tradicionalmente ignorantes y olvidados.Â
4.- Y la regionalización ¿Qué?
Las discusiones sobre el indigenismo desde las primeras décadas del siglo pasado, recién ha sido materializado en la Constitución de 1979, sobre la base de la cual se establecieron las ocho regiones transversales instaladas técnicamente a partir de 1987. Sin duda que si hubiera tenido un funcionamiento continuo se habrÃa constituido en un potente mecanismo de desarrollo regional y local. Lamentablemente pronto fue distorsionado por razones de interés polÃtico al extremo de haberse convertido en los actuales feudos departamentales de polÃticos aventureros.Â
No obstante, pese a la irracional desnaturalización del ámbito de las regiones actuales, en algo habrán contribuido con el desarrollo de obras de conectividad terrestre, de energÃa eléctrica y, aunque limitadamente, en conectividad cibernética, lo que viene permitiendo que los pueblos más recónditos paulatinamente vayan acercándose o incorporándose a la modernidad y a unas mejores condiciones de vida.
5.- El factor polÃtico.
A nuestro entender el indigenismo tuvo su expresión, además de los aspectos culturales, en los abusos laborales del indio y en la utópica propiedad de la tierra, vigentes para entonces, y que han sido denunciados ampliamente por las mentes lúcidas y comprometidas de las ciencias sociales (Gonzales Prada, Haya de la Torre, Mariátegui y otros), la literatura (Vallejo, AlegrÃa, Scorza, Arguedas, etc.) y el periodismo, como fue el caso del filósofo Antenor Orrego especÃficamente en los valles cañaveleros del norte.Â
Sin entrar en mayores detalles, cabe mencionar que frente a tal problemática ha habido algunos intentos de solución violenta o pacÃfica como por ejemplo los fracasados movimientos guerrilleros de Hugo Blanco Chaupimayo (1962) y en Mesa Pelada de Luis De la Puente (1965), ambos en La Convención - Cusco. No se puede ubicar en este escenario el accionar de Sendero puesto que derivó en un genocidio indiscriminado y que no tuvo respaldo de la población campesina, supuestamente beneficiaria. En cambio, un episodio que no se puede soslayar ni minimizar fue el rol del gobierno militar de Velazco al aplicar una reforma agraria improvisada, parcializada e improductiva con los resultados ya conocidos.
De otro lado están las potentes revueltas de grupos indÃgenas (nativos originarios) como los de del “Baguazo†en Amazonas y del “Aymarazo†en Puno que significaron el despertar de estos pueblos frente a los abusos del poder; protestas que sin duda alguna antes de mediados del siglo pasado no hubieran sucedido dada la ignorancia y dominación que se ejercÃan sobre ellos.
En concreto podrÃamos inferir que cada uno de estos episodios polÃticos, al estar orientados a beneficiar a la causa de los productores del campo, seguramente han despertado en éstos el afán por enfrentar con el pensamiento y la acción, para superar signicativamente los estados de explotación bajo el régimen de los latifundistas y gamonales que existieron aun desde la época de la colonia hasta mediados del siglo XX.
Todos estos aspectos o dimensiones, hasta aquà mencionados, son operacionalizados o se materializan inevitablemente a través de la gestión de las polÃticas o acciones que los gobiernos asumen en torno a ellas, pero si este mecanismo intermediador no funciona, por más buenas que sean aquellas propuestas muy poco esa lo que se puede esperar. Es decir que aun si dichos factores fueran bien intencionados y perfectamente diseñados o planeados sin una eficiente gestión es imposible que puedan tener un buen resultado, como lo estamos comprobando en nuestro paÃs con el quehacer de la cosa pública (gestión pública) en todos los ámbitos del Estado (7).
Precisamente el problema medular actual de nuestro paÃs radica en la calidad de la gestión pública que se manifiesta en dos grandes aspectos la ineficiencia y la corrupción en la conducción de las entidades de gobierno a todo nivel, problemas medulares que no solo tienen larga data sino difÃcil solución.
A manera de conclusión.
En resumen, es mi modesta y personal opinión empÃrica, antes que analÃtica, que cada uno de estos factores medulares, desde su propia dinámica, han contribuido a elevar el nivel de vida de poblaciones de las zonas rurales, especÃficamente las campesinas, que es a la que aludÃa con mayor intención e intensidad el tema del indigenismo como una expresión del abuso de poder, de parte de los terratenientes.Â
En este contexto considero que el indigenismo como tal ya no existe y que si aún persistiera alguna de sus manifestaciones éstas hayan sido bastante minimizadas, cuantitativa y cualitativamente, por los efectos de la educación, la regionalización y la movilización permanente de las poblaciones. lo que ha generado un importante proceso de mestizaje interno, aun no estudiado, por lo que ahora si serìa posible decir que los peruanos somos de todas las sangres, a decir de Arguedas, de todas las culturales y todas las lenguas, añadirÃa. Lo que harÃa falta es sembrar sentimientos de identidad nacional, sobre todo en las poblaciones más jóvenes para lo cual deberÃa contribuir toda la institucionalidad nacional.Â
Por lo dicho anteriormente concluyo que el tema del indigenismo, puesto a debate hace un siglo, ha dejado de ser un problema social-nacional (para muchos antropológico y racial) y que recientemente se ha utilizado como una estrategia polÃtica con fines propaganda electoral de determinado grupo polÃtico, será posiblemente porque su uso resulte todavÃa manipulable y bastante “rentable†en términos de votos o porque no tienen algo más trascendente que proponer para resolver los graves problemas nacionales.
Sugerencias
Las preocupaciones antes reseñadas y la perspectiva de que esta situación ya no forma parte de la ideologÃa o algún plan polÃtico me permito sugerir algunas medidas para atender – focalizadamente - la problemática de estos grupos poblacionales,Â
 Ojalá alguna vez se contextualicen o se vuelvan a poner en debate la formulación de polÃticas y planes de crecimiento poblacional propuesto tÃmidamente en el primer gobierno del APRA y otras puestas en práctica, mediante esterilizaciones forzadas, en el gobierno de Fujimori.
 No se sabe si –alguna vez- algún grupo polÃtico tenga el coraje y el conocimiento técnico suficiente para rediseñar la estructura y el funcionamiento de las pseudo regiones actualesÂ
 Urge diseñar un nuevo modelo educativo acorde a nuestras exigencias para no depender de sistemas educativos foráneos y no estar variando como modas los modelos o enfoques adoptados, y dentro de el de un programa especÃfico acorde a las caracterÃsticas y necesidades de los grupos indÃgenas que queden.
 Asimismo, se requiere con urgencia de programas de acondicionamiento territorial para definir estrategias de los imparables flujos migratorias que imposibilitan el desarrollo planificado de las ciudades ….
 A nuestro parecer se requiere actualizar la Ley e Comunidades Campesinas LEY Nº 24656, por cuanto muchas de aquellas ya se han extinguido o ya no cumplen sus funciones porque ya no existen terrenos comunales que eran su razón de ser para convertirse en propiedades privadas.
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 Finalmente es necesario fortalecer el Programa SERVIR o cualquier otro similar para formar integralmente a los gestores públicos no solo con los enfoques de competencias sino con un enfoque humanista integral donde la técnica (conocimiento) vaya sustentada en las conductas morales (valores).
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(1) Vigil, Gonzales Prada, Haya, Valcárcel, Mariátegui, Encinas, y otros tantos de un lado y Deustua, Riva Agüero del otro lado.
(2) Programa de 1931 bajo el tÃtulo de “Redención del indio†propone: a) Conservación y modernización de las comunidades campesinas, b) Fomento de arte indÃgena, c) Formación de maestros especializados (Escuela Normal Rural), d) Creación Hogar AgrÃcola IndÃgena, e) Seguro Social agrario, f) Campaña contra el abuso del alcohol y la coca.Â
Programa de 1962 a) Establecimiento de las primeras regiones transversales b) Alfabetización y educación fundamental, c) Servicios médicos preventivos d) Dotación agua y desagüe.
Durante el gobierno aprista: a) Crédito a campesinos sin intereses, b) PAIT, c) Programa sierra exportadora d) Programa sierra norte, d) Programa de alfabetización, e) Disminución de la desnutrición infantil, f) Vacunación intensiva de niños, g) Electrificación rural, h) cocinas mejoradas, etc.
(3) Posibles conceptos colaterales derivados de este fenómeno están: mestizaje, campesinado, racismo, coloniaje, hispanista, etc.Â
(4) Haya de la Torre lo define como un problema básicamente social y económico y cuya solución radica en la educación y en la propiedad y explotación agrÃcola de la tierra.
(5) No se podrÃa descartar el éxito electoral del candidato maestro campesino en el hecho de haber sido rondero, aprovechados como ejes de su campaña, entre otros aspectos.
(6) Los trabajos de Matos Mar y Julio Cotler demuestran ampliamente estas aseveraciones.
(7) Al respecto, aun resuenan las palabras del gurú de la administración cuando en una de sus conferencias dejo que el Perú no es subdesarrollado sino subministrado.
                                                            Lima, julio del 2021 Â