23/10/18 - 05:46
Luego de haber concluido el dÃa de las elecciones regionales y municipales 2018 y como siempre en la FidelÃsima ciudad de Chachapoyas, capital de la región Amazonas, lo importante o urgente se convierte en banal, aun no tenemos alcalde, a pesar de que los miembros del jurado electoral Especial de Chachapoyas, se han manifestado a medias o han amagado una previa de quien será el ganador de las justas ediles, todavÃa no tenemos alcalde; pero de lo que si estamos seguros es que nos vamos a la segunda vuelta electoral regional, y en esto al menos, no hay dudas.
Es que se presentaron más de ocho postulantes a la gobernación regional de Amazonas, y como siempre y por los motivos que ya todos sabemos, se derrochó hasta mas no poder dinero de sabrán ustedes de donde salió para endulzar torpemente las mentes de los electores, que pareció que solo evaluaban que candidato ponÃa la mejor orquesta o regalaba más. Por lo tanto los buenos candidatos y los que nuestra región se merecÃa quedó relegado por razones económicas, para otra oportunidad, o hasta que nos llegue la madurez polÃtica y electoral, caso especÃfico lo que pasó con el candidato del Frente Amplio, el Dr. Absalón Montoya.
Nuestro querido departamento desde hace mucho tiempo postergado y en comparación con los departamentos vecinos que la circundan, estamos en los más bajos Ãndices de salud, educación y por supuesto de producción, ha cambiado para mal, las contiendas electorales han dado un giro de 180 grados, desde que apareció en la escena polÃtica departamental, el movimiento regional Sentimiento Amazonense, propiedad del empresario Gilmer Horna Corrales, exitoso en el campo empresarial, pero un desastre en la administración pública.
Entonces los resultados de las elecciones regionales cambian y varÃan por los motivos y las razones que son fáciles de darlas a conocer, pero queremos resumirlas en una sola, falta de liderazgo. Se ha experimentado de muchas maneras y todas ellas erradas al momento de elegir a nuestros representantes o gobernantes que llevarán a buen puerto a un departamento lleno de potencialidades y de muchas necesidades, esperando que no nos vendan cebos de culebras y mucho menos lleguen los encantadores de serpientes que engañan al electorado con dádivas, bailes y chupas gratis, donde reina la diversión desenfrenada y el adormecimiento mental.
En la otra orilla se encuentran los que ya fueron gobierno y pese a que en su debida oportunidad solo la aprovecharon para cosechar dividendos de las comunidades a las que tenÃan que apoyar desde el gobierno regional y no lo hicieron, todo lo contrario se aprovecharon de su privilegiada posición gubernamental para convertirse en comuneros, o terratenientes, denunciando incluso a los verdaderos comuneros, por usurpación en los terrenos del cual son los legÃtimos herederos y de los cuales fueron despojados aprovechándose de la oportunidad y el poder del momento, como sucedió con los terrenos comunales de Molinopampa y la Magdalena, en complicidad con los gerentes subalternos de ese entonces. Algo que nadie lo puede negar, menos el señor Oscar Altamirano.
Este es el escenario que se presenta para ir obligatoriamente a elegir entre dos enfermedades, si algún ser humano puede elegir entre dos males de que de por sà sabemos que nos van a hacer daño. Ya lo dijeron, esta segunda vuelta regional, nos llevara a elegir entre el cáncer o el sida, como si tuviéramos la obligación de elegir males y no abstenernos de hacerlo.
En nuestra débil democracia todavÃa queda la opción de abstenerse de contraer cualquiera de estas dos enfermedades mortales, porque todavÃa queda la opción de votar en blanco o viciado, no por hacerle el juego a la continuidad como dice un postulante a la consejerÃa de nuestra provincia que salió por las patas de los caballos en la contienda electoral que terminó y a lo mejor quiere algún puestito en el sector educación si es que le liga el voto popular a su candidato regional.
El derecho de la ciudadanÃa a elegir las opciones que nos da la democracia nada tienen que ver con darle el voto a una de estas dos nefastas opciones, el voto es secreto y personal y el voto en blanco y/o viciado es una de ellas y será la mÃa.
Hasta el próximo Farol de Ãngela SabarbeÃn.