De que se está derrumbando, se está derrumbando, y que los que han despertado el interés por el constante deterioro y latrocinio de nuestro patrimonio de la Nación, han sido los integrantes del Frente de los Derechos y Defensa de los Intereses de Chachapoyas (FREDDICH). A unos les gusta a otros no, como sucede en nuestra querida tierra, basta que unos quieran hacer las cosas en beneficio de la población, a otros no les gusta porque o no les invitaron o se sintieron menos o les ganaron la idea.

Pero nos guste o no, se ha puesto al Complejo arqueológico de Kuélap en los ojos y boca del mundo, se ha hecho, y a lo hecho pecho, como también indica una frase trillada, que bien cae en estos momentos. De muy mal gusto y de una desacertada idea la de no dejar ingresar al complejo a los integrantes de la Comisión de Cultura del Congreso de la República. Vayan ustedes a saber a quién se le ocurrió la ideota, para tomar esa "iniciativa", que solo ha causado sin sabor y preocupación en los miembros integrantes de la comisión congresal.

Tengamos en cuenta varios aspectos sobre la "censura" a los congresistas al negarles el acceso; el primero que se nos ocurre, es que programar una sesión descentralizada de cualquier comisión del Congreso, no es fácil y no se hace de la noche a la mañana. Retomemos, tanto el presidente de la Comisión de Cultura, Héctor Acuña, es la primera vez que visitaba Kuelap y no llegó más allá del parador de la Malca, al igual que Alejandro Cavero, que se quedó con las ganas de ver la magnificencia del nuestro principal complejo y no recibir de primera fuente los problemas que aquejan en su recuperación, con medidas de emergencia que nadie las sabe, ni los propios lugareños de la comunidad kuelapense que actuaron como propietarios del complejo.

En la entrevista que sostuvimos con el congresista Cavero, nos decía que él es congresista de Lima y como miembro de la comisión de Cultura quería y tenía la obligación de venir hasta el complejo para verificar in situ, lo que está pasando en este gobierno de Castillo en el que está plagado de corrupción y lo de los trabajos en Kuélap, no podrían ser una excepción, por lo que la visita era de vital importancia para un futuro debate en el legislativo.

Por otro lado felicitamos a la congresista Mery Infantes que se desgañitaba la pobre, la que a pesar de ser una persona adulta mayor, subió hasta cierta parte de la ruta alterna para visitar al complejo, y con la vocecita quebrada de abuelita tierna, quería convencer a los integrantes del Frente de Defensa de Kuelap montados a caballo, que por favor les dejen pasar, lamentablemente no logró su objetivo, pero no se amilanó y les invitó a que asistan a la sesión de la Comisión de Cultura de la que forma parte, en la ciudad de Chachapoyas, a lo que los jinetes de Kuelap, se negaron rotundamente, porque no quieren saber nada con Chachapoyas, las sesiones y cualquier cosa en favor del complejo se tendrá que programar en el anexo de Kuélap, sino manan, no asistirán.