Una noche del año 1,986 y en el mes de diciembre, mes de los nacimientos, en la ciudad de Chachapoyas nació una idea como nacen todas las ideas que a la larga forjan el desarrollo de nuestra tierra, pero esta era una muy especial, especial por que no era una idea mas de las que se nos ocurren, quizás en noches de cantina cuando todo lo sabemos o arreglamos, no, se trataba de una estupenda idea, la de dar buen uso compartido, a la larga lista de discos de vinilo que durante mi trajinada vida había recolectado, en cada disco una historia y en cada surco mas vivencias con sus respectivas imágenes en cada una de ellas, incluso el lugar donde compraba los discos tal vez a lo largo de muchos años, recordando la desaparecida Casa Zurita, del jirón Andahuaylas, espalda del congreso y juntito a Casa Reina del mismo jirón en el número 433, Telf. 286734. Discos del Mundo y su larga colección de Los Ventures, en el jirón Unión, las tiendas de discos en Galerías Boza, donde pasaba largas horas de los días que deambulaba por el centro de Lima en busca de rarezas musicales que a lo mejor solo a mi me gustaban por que eran de un idioma que nunca entendí, mas no así la música que me deleitaba por que era la mejor compañía en mi soledad constante, discos que fueron y siguen siendo mis compañeros inseparables. 

Como olvidar también el rechazo a comprar los novedosos cassetes, por que nunca sonarían con la fidelidad que exigimos los melómanos o tal vez por que eran los que mas rápido se “perdían”; como olvidar también los amigos de La Colmena y sus rarezas en 12 pulgadas, que luego harían bailar incansablemente a las parejas de la discoteca “CHACHA POWER”; como olvidar a los despachadores de vuelo en el aeropuerto internacional Jorge Chávez el cuidado que pusieron al embarcar un cajón lleno de discos pintado de negro con una cruz para que pueda ser confundido por un ataúd de un difunto musical. 

En fin ¿Porqué en la fidelísima ciudad, no poner una radio y difundir estas exclusividades musicales? y con ellas tal vez acompañar a las parejitas de enamorados en un lugar privilegiado por Dios, por sus hermosos paisajes y su naturaleza envidiable. Pediría perdón por interrumpir el equilibrio maravilloso de los sonidos de la creación, pero el cielo chachapoyano se merecía también sonidos musicales radiales transmitidos desde la misma ciudad y no seguir escuchando a través de la onda corta lo que llegaba desde el Ecuador con el lamento de los pasillos, o tal vez algunas otras tonadas importadas. 

Se hacía necesario transmitir nuestros sentimientos desde la plaza de armas, desde la casa donde nací y en la que seguro estoy de acabar mis días, como seguro también estoy escuchando buena música, esa noche la mas importante en mi vida fue un nueve de diciembre día en que también doña Rosita Noriega de Reina, dejaba materialmente su querida Chachapoyas y se que ella está escuchando las transmisiones de radio “REINA DE LA SELVA” , la radio de tu FAMILIA.

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