29/05/21 - 15:19
Redacto este farolito de Ãngela Sabarbein, con la única razón de pedir disculpas públicas al señor Raúl Gutierrez Hidalgo. El motivo…haber faltado el respeto a su digna familia y ser causante tal vez de incomodidades, me quiero explicar de la siguiente manera:
El dÃa sábado 29 de los corrientes, estuve parado en el balcón de la casa de mis padres, donde todavÃa y por la gracia de DIOS, vivo. Y vi pasar a don Raúl Gutiérrez Hidalgo en compañÃa de un joven adolescente que era de su mismo porte y estatura, presumà que era su hijo. Don Raúl caminaba con la mirada gacha y con el cuidado de no alzar la mirada al balcón donde los observaba, el único que volteo la mirada fue el joven adolescente, quien inmediatamente aparto la vista y siguió caminando junto a su padre supongo, no sin antes intercambiar algunas palabras, que pienso que en el dialogo se referÃan no de buena manera a este humilde comunicador social.
La verdad al ver este cuadro, en mi mente me hizo recapacitar de que deberÃa pedir las disculpas del caso al padre y al joven adolescente que volteo furtivamente la mirada a mi persona y a lo mejor era el protagonista del peor de los repudios en el seno de su digna familia.
Leà alguna vez que los funcionarios públicos dejan de ser personas naturales cuando aceptan el cargo de funcionarios del estado, estos son sujetos de crÃticas constantes de los medios de comunicación y del pueblo en general, por que se deben al escrutinio diario y constante de las labores que realizan, ya que por ello reciben mensualmente un sueldo del Estado, para desempeñarse de la mejor manera posible en el cargo en que ocupan, ya sea por concurso público o peor aun si son por cargos de confianza, entiéndase, puestos a dedo, por voluntad, obra y gracia de los gobernantes de turno.
Decidà pedir disculpas públicas al ingeniero Raúl Gutiérrez Hidalgo y a su digna familia si es que en mis crÃticas y comentarios los he ofendido, pero también quiero aclarar y que esto quede grabado a los familiares de los funcionarios de turno, que como dije anteriormente, los que aceptan cargos públicos, son pagados por el Estado y deben de ser fiscalizados por cualquier ciudadano, y por lo tanto los que acepten estos cargos deben pensarlo dos veces y consultar ante el seno familiar la decisión de aceptar dichos encargos y aceptar también las consecuencias de que esto conlleva.
Dicho esto, quiero referirme al gerente general del GOREA, que todos sabemos quién es. Él es propietario o copropietario de inmuebles y la comodidad de que estos le reditúan mensualmente, le dan el dinero suficiente para vivir sin tener necesidad de que su familia este sufriendo las consecuencias de vergüenzas de su mala gestión administrativa, en este segundo mandato de don Oscar Altamirano, además si es que los cargos en el que se ha desempeñado hasta hoy, recordemos, gerente de Desarrollo Económico y luego y hasta hoy, gerente general, con las quejas y pedidos del Consejo Regional de que renuncie al cargo por su mala gestión o desempeño, deberÃan de pesar y tomar la decisión acertada y no victimizarse como lo está haciendo.
Por otro lado, si es que en la campaña del gobernador aporto algo, creemos que con los dos años y medio que lleva como funcionario de confianza se debe sentir bien pagado y deberÃa de dar un paso al costado y dar la oportunidad a los profesionales idóneos de nuestra tierra, que como lo dijo el Consejero Delegado, Perpetuo Santillán, del Consejo regional, no puede ser que sean los mismos profesionales los que estén en todas las gestiones, como si serÃan los únicos probos o salvadores del desarrollo de nuestro departamento.
Por lo tanto, estas disculpas son, reitero a la familia de don Raúl Gutiérrez Hidalgo, quien deberÃa hacer honor a su apellido materno y renunciar al cargo de gerente regional de Amazonas, todavÃa está a tiempo de hacerlo.
Que esto sirva también a los dos funcionarios que están en el pedido del Consejo Regional, quienes por unanimidad reiteraron el pedido de renuncia de los funcionarios de Desarrollo Social y la Diresa.
Hasta el próximo Farol de Ãngela Sabarbein