28/02/22 - 16:33
"Un fracaso más que importa"... son las frases que inician un hermoso vals peruano, interpretado genialmente por la gran Lucha Reyes, frases que nos sirven para narrar de alguna manera los acontecimientos vergonzosos que están pasando en nuestra región y muy en especial en nuestra querida Chachapoyas, capital burocrática de nuestro departamento de Amazonas; donde la segunda gestión de Oscar Altamirano, ha puesto en descubierto que el poder envilece y sobre todo corrompe y que algunas autoridades solo les interesa lucrar con el presupuesto de la región para hacerse de más dinero a expensas de obras en beneficio de los que menos tienen y nunca se terminan.
Alertamos lo que sucede en nuestra región, ya que este es un año electoral. En el mes de octubre próximo, iremos nuevamente a las urnas para elegir a nuevos alcaldes y también al gobernador regional, con todo el séquito que siempre están detrás de los candidatos, ya sea financiando campañas con la finalidad de que sean los privilegiados en direccionar obras con los presupuestos de los pueblos que lo requieren.
Para muestra hay muchas, y en nuestras propias narices, se burlaron de las pretensiones de las siete provincias con la compra arreglada de veintiséis ambulancias, por el anterior director regional de Salud, con la anuencia del gobernador Altamirano y el silencio cómplice de los consejeros regionales que parecerÃa que lo único que les interesa es renunciar al cargo dÃas previos al proceso electoral, ya que a muchos de ellos se los verá con intenciones de capturar una municipalidad o a lo mejor una vice gobernación. En nuestra tierra todo puede suceder.
Algo similar está ocurriendo en la municipalidad de la provincia de Chachapoyas, donde el burgomaestre Raúl Culqui, ha llenado de gente improvisada el palacio municipal, aumentado los sueldos de gerentes y subgerentes a personas que no reúnen el mÃnimo perfil para ocupar estos cargos y el sindicato de trabajadores que deberÃan exigir su promoción laboral, siguen postergados.
Ahora vamos con los que pretenden ser nuevas autoridades elegidas, esos que durante estos cuatro años que felizmente ya terminan, nunca dijeron esta boca es mÃa, a pesar de que muchos de ellos que pretenden los sillones de la región y la municipalidad de Chachapoyas, estuvieron trabajando, entre comillas, en modo virtual, y solo se convirtieron en opinólogos de las redes sociales, con propuestas para satisfacer sus egos y sus malas intenciones.
Hoy que estamos en plena contienda electoral, saldrán a las calles y plazas a criticar las compras amañadas del gobierno regional y de la municipalidad de Chachapoyas, ahora será el tiempo de denunciar las obras mal hechas o dejadas de hacer, a pesar de que ya se acabaron todo el presupuesto y las obras muchas de ellas están abandonadas, preguntamos, ¿algún candidato o postulante a presentado una denuncia formal ante el Ministerio Público, siquiera para decir que se preocupan por lo que está pasando en nuestra tierra?
Hoy conocemos que muchos de los postulantes al sillón de la municipalidad de la FidelÃsima ciudad, están a la conquista de las voluntades de los moradores de las urbanizaciones de Pedro Castro y 16 de Octubre, pactando con dirigentes que son invasores y tienen un amplio prontuario de agresión y tráfico de tierras. Eso no importa cuando de por medio está capturar la municipalidad de Chachapoyas, y enriquecerse con el dinero de las obras que necesita la población, lo que interesa es salir de misios y pactar de ser posible con el shapingo para satisfacer sus necesidades mezquinas.
Ya tenemos una muestra palpable con la segunda oportunidad que la población le brindó a la nefasta gestión Altamirano, hoy los postulantes cambiarán el color de sus camisetas, no importa que existan afiches y pancartas que les promocionaba por algún partido, sinvergüenza alguna asumirán los colores de un nuevo vientre de alquiler, porque lo que interesa es aprovecharse del poder para salir de misios.
Ya estamos alertados, no sigamos repitiendo los errores del pasado, un fracaso más si importa, porque está en juego el destino de nuestra región Amazonas.