Es difícil lo que voy a contar, pero, a esto los profesionales trabajadores de la mente lo llaman “Catarsis” y los griegos antiguos, lo llamaban “ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza; … en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, aparece como efecto purificador y liberador que causa la tragedia en los espectadores suscitando la compasión, el horror y otras emociones o también la purificación, liberación o transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda”, …  acomodándose o no a estas definiciones, deseo relatar mi estado de ánimo, como resultado de un trato descortés por parte de una colega, transcribiendo en el papel mi desasosiego y malestar emocional y …  comenzando a ser malo, … no pongo el nombre de la colega, por no hacerle propaganda, pero, es el caso que deseando comprar unas medicinas expedidas solo con receta médica, pedí el favor a la joven médico, sentada cómodamente en su escritorio, mirando su teléfono y esperando que lleguen las historias clínicas de los pacientes que esperaban en un salón aparte, … como digo, pedí el favor, previamente identificándome como cirujano plástico, siendo su actitud y sus frases nada cordiales, sin respetar al colega ni al hombre cargado de años que tenía al frente. El producto solicitado era un analgésico, combinación de tramadol y paracetamol, es cierto el tramadol, es un analgésico potente, empleado en dolores muy intensos como en los pacientes con cáncer, que no es, a Dios gracias mi caso y es por tal motivo que se expende con certificación médica, que ya no lo hacía por no cargar mi sello conmigo.

 Debe ser que dicha profesional de la salud, seguro pasaba por un momento difícil, sin embargo, no es la forma correcta de tratar a los enfermos, muchos de los cuales son gente de escasos recursos económicos, pero pacientes al fin y como tal, dignos del mejor trato por cargar dolencias y enfermedades y es obligación sine qua non de todos nosotros que estudiamos y nos formamos como médicos cirujanos.

Ciento de veces, tengo la mala suerte, de esta clase de desplantes, sobre todo cuando pido, rara vez, un favor para mí, o para uno de mis familiares, donde hasta mis amigos o mis paisanos a los cuales infinidad de veces he servido, olvidan el favor que recibieron, muchos de los cuales, inclusive, algunas veces he tenido oportunidad de ayudarles, aún sin que me pidan.

Talane Miedaner, una escritora norteamericana, experta en asesoría de empresas y de personas en crisis económicas, manifiesta una serie de normas para tener éxito en la vida, recomendando, entre ellas, que la bondad exagerada es dañina, porque hay gente que no reconoce el bien que los haces, pero nunca olvidan el mal que reciben, es por eso siempre es bueno, de vez en cuando, ser negativo a actos de bondad, especialmente ante aquellos venidos de estratos económicos bajos, inmersos en pobreza moral y que, de las noche a la mañana, consiguen una posición económica expectante, generalmente engañando, dañando y aprovechándose de otros incautos, estos individuos, siempre van a ser resentidos sociales porque nunca olvidarán la envidia que los carcomía cuando eran “don nadie”.

Sin embargo, a esta altura de la vida, cuando la mayoría de las veces hemos tenido la oportunidad de sembrar el “Bien” en terrenos de diferente calidad, sin importarnos, la persona en quien caía la semilla, es muy difícil tratar de cambiar nuestro comportamiento y aunque las sombras tiñan con su negro velo, el poco tiempo que nos queda, es preferible opinar como  Helen Keller: “Cuando damos lo mejor de nosotros mismos, nunca sabemos que milagro se producirá en nuestra vida o en la de los demás”. … pero, siempre teniendo en cuenta, que, no se debe permitir que las decepciones incuben dentro de nosotros, tratando, en lo posible, de no esperar nada de nadie, salvo de las cosas que no están a tu alcance resolverlas, acostumbrándote solo a depender de uno mismo y sobre todo en la misericordia de Dios.