15/06/23 - 04:24
Luis Alberto Arista Montoya*
Hace unos días murió en París Alain Touraine (nació el 3 de agosto de 1925-murió el 9 de junio de 2023), uno de los más importantes sociólogos franceses del siglo pasado y de la actualidad. Hace algunos años estuvo en Lima, es ahí cuando llegamos a conocerlo al final de su conferencia sobre “Modernización y Modernidad en América Latina”.
Por su aporte sobre al proceso postindustrial de España e Iberoamericano, fue galardonado con el Premio de Ciencias Sociales “Princesa de Asturias”. Sus temas de trabajo versan sobre la sociedad postindustrial y los movimientos sociales. Consideró que las luchas sociales, más que las políticas públicas implementadas desde el poder estatal, constituyen el motor para el cambio y la modernización, por lo que el rol de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) es clave siempre y cuando dejen de vivir cómodamente con los dineros donados por grandes corporaciones, cuyos dueños ayudan muchas veces solo para tranquilizar su conciencia infeliz, ante tanta miseria mundial.
Entre sus obras podemos mencionar: “La sociología de la Acción”, “La sociedad postindustrial”, “Las sociedades dependientes”(lúcido ensayo sobre América Latina”) y “¿Qué es la democracia?, libro utilizado por el historiador peruano Antonio Zapata para analizar con cierto sesgo la debacle del gobierno de Pedro Castillo, quien estrujó y destruyó la democracia “burguesa”, con el fin de sembrar el caos y dar un zarpazo autoritario, cosa que no logró por ser un actorzuelo, antes que un verdadero actor de izquierda. (Véase La República del 12 de junio del año en curso)
Para nosotros, Producción de la Sociedad (publicado en 1973) es el libro más importante de Touraine. Es un clásico de las Ciencias Sociales; forma parte del diálogo que dio origen a la teoría de la dependencia, ayudó a comprender el desarrollo de nuestra sociología urbana y promovió los estudios más importantes sobre los movimientos sociales que luchan (motor y energía) para lograr la modernización de nuestras sociedades conducentes a una modernidad igual y con equidad.
Touraine nos enseñó que la sociedad (cualquier sociedad organizada, como la sociedad chachapoyana, por ejemplo) no es solo reproducción y adaptación; también es creación, producción de sí misma. Tiene la capacidad de definir, y por lo tanto de transformar, por obra del conocimiento y su bloqueo, sus relaciones con su entorno, de constituir su medio. La sociedad humana como sistema natural dispone de una capacidad de creación simbólica (artes, folklore, artesanías, literatura) gracias a la cual las conductas sociales de sus ciudadanos gozan de sentido histórico.
Y por último, otra idea central de Touraine es: La sociedad no es lo que es, sino lo que se hace ser gracias al conocimiento (saber, ciencia, técnica), que crea un estado de relaciones entre la sociedad y su entorno; por la acumulación de productos necesarios para el consumo sobrio y equitativo, y por su modelo social que debe funcionar óptimamente. Pero todo esto dentro de un Estado Democrático de Derecho Constitucional, y no bajo una tiranía ni populismo anárquico. Mediante el conocimiento, el trabajo y la acción histórica la sociedad se produce a sí misma. Y esto es lo nos falta en la sociedad peruana segmentada en diversidades de autoproducción social que actúan distanciadas y en contradicción, sin una visión de país unitario, ni cuerpo de nación.
*EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 15 de junio de 2023. Luis Alberto Arista Montoya