22/03/24 - 03:59
Luis Alberto Arista Montoya*
EpÃgrafe: “El aleteo de mariposas dentro del pecho se le volvió insoportable con la sola idea de tener al hombre de su vida hasta el amanecer†(GABO: En Agosto nos vemos; p. 73.)
Estamos casi seguros que el gran acontecimiento bibliográfico del año- en vÃsperas de la Feria del Libro de Lima 2024- será la adquisición masiva de la novela EN AGOSTO NOS VEMOS, obra póstuma de Gabriel GarcÃa Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982.
Comienzo confesando: que he dejado de leer novelas desde hace algún tiempo, por dedicarme a leer y escribir libros de filosofÃa y ciencias sociales. Pues tengo la suerte que mi esposa me pone al dÃa en forma sintética-pues es una lectora empedernida de novelas desde los 11 años de edad. A cambio, yo le pongo al dÃa sobre los últimos libros y ensayos de filosofÃa, historia y arte. Es un acuerdo tácito: ambos estamos al dÃa. Pero a los dos nos fascina- desde nuestra época universitaria- las novelas de Gabo.
Por admiración he leÃdo casi de un tirón la novela póstuma de Gabo(que tan solo tiene 126 páginas). Es un breve pero profundo canto a la vida a través del amor. Un inolvidable regalo del más grande escritor colombiano-que nació el 6 de marzo de 1927 en un pueblito caribeño de Colombia llamado Aracataca, y murió en México el 17 de abril de 2014. Máximo representante de la corriente literaria del “realismo mágicoâ€. En su célebre novela “Cien años de soledad†(1967), Aracataca es nombrada literariamente como Macondo, pueblecito olvidado, mÃtico, legendario. Allà nació el gran Gabo.
SolÃa decir que la escritura era su carpinterÃa: donde sus instrumentos eran sus manos (sobre la máquina de escribir, o su pluma para corregir sus textos, tomar apuntes), sus recuerdos, sus vivencias, sus conversas (era un gran conversador, me consta), su oficio de periodismo escrito (desde 1983), su frondosa cultura caribeña que fue universalizada a través de todas las lenguas. Pero- según él- “la memoria es a la vez mi materia prima y mi herramienta. Sin ella, no hay nadaâ€. Y paradójicamente murió padeciendo de alzhéimer. Son los misterios de “los renglones torcidos de la escritura de Diosâ€.
En el prólogo de En Agosto nos Vemos, sus hijos Rodrigo y Gonzalo GarcÃa Barcha, dicen: que su capacidad de invención, la poesÃa del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y desventuras, sobre todo en el amor, son lo más sobresaliente de la obra. El amor, posiblemente el tema principal de toda su obra.
A mi antigua, escondida y apañadora ciudad natal Chachapoyas- por sus mitos, cuentos, leyendas y ocurrencias de su gente, sus personajes- vengo denominándola “Chachacondoâ€, porque me hace recordar al mÃtico Macondo de GarcÃa Márquez, desde mi lectura de la primera edición de “Cien años de soledad†(editada en 1967 en Buenos Aires por la Editorial sudamericana). La leà a los 21 años de edad. A los 26 publiqué mi primer artÃculo sobre Gabo en el diario El Comercio de Lima. El presente editorial es el penúltimo, creo.
Sus fieles lectores amamos estéticamente su prosa; él como escritor nos sigue amando. Existe todo un entramado de amores: a ello llamo la erótica del escribir/escribidor/ escritura/obraje/leer. Una gozosa prueba “final†de esta erótica es la fascinante prosa de En agosto nos vemos (marzo 2014, Penguin Random House Grupo Editorial-Colombia), en cuyas páginas discurre el bello encanto de una erótica de la escritura, donde el cuerpo es el primer escenario de la libertad con el que que cuentan los personajes, sobre todo la bella cincuentona Ana Magdalena Bach, personaje central de esta primorosa novela póstuma, escrita por un extraordinario hombre póstumo.
Sus lectores- que somos sus amigos, conforme él señalara en vida- ahora lo queremos muchÃsimo más…Ahora mismo en que termino de escribir este editorial para la mÃtica Radio Reina de la Selva de Chachacondo, alguien toca la ventana discretamente desde el parque aledaño a mi biblioteca: es Julito, personaje macondiano que me deja el periódico todos los dÃas, pero esta vez con una oferta: la última edición de Cien Años de Soledad, en una edición de lujo con tapa dura. Me he animado a releerla en forma completa, 56 años después. Pues, Gabriel GarcÃa Márquez es un clásico a perpetuidad.
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la selva. Chachacondo 22 de marzo de 2024. Luis Alberto Arista Montoya.