21/05/24 - 15:42
Luis Alberto Arista Montoya*
Uno de los signos más negativos de la crisis casi permanente que padece el Perú de hoy es el desprestigio institucional de muchas universidades públicas y privadas. Por desatención del Estado, por falta de una inspección estricta por parte de la SUNEDU, y por la complicidad y marasmo de sus estamentos universitarios: autoridades, personal docente, personal administrativo, alumnado e incluso por la indiferencia de las promociones de egresados.
Muchas universidades ha terminado siendo una institución ensimismada, aislada dentro del muro de su campus.
Sendero Luminoso, patrocinador- a la bruta - de los cursos doctrinarios de Materialismo Histórico y Materialismo dialéctico, terminaron colapsando la libertad académica y la libertad polÃtica. . Hasta antes de la década de los 80 del pasado siglo siempre se consideró a la Universidad como la conciencia crÃtica del Estado empÃrico y de la clase polÃtica, que no supo asumir a tiempo ser una clase dirigente. Hasta hoy en dÃa, continúa el faccionalismo.
Luis Alberto Sánchez-dos veces Rector de la Decana Universidad Nacional de San Marcos- escribió un sugestivo libro titulado La Universidad no es una isla, donde precisa que más allá de formar buenos profesionales y de promover la investigación cientÃfica, la universidad tiene que estar comprometida con su entorno, correlacionándose con la empresa privada(a la cual puede servir, y servirse de ella, para prácticas profesionales y adquisición de recursos propios), y tiene que firmar convenios con universidades extranjeras de prestigio(tal como acaba de realizar señeramente, por ejemplo, la Universidad Nacional Toribio RodrÃguez de Mendoza de Chachapoyas-Perú con la Universidad Pública Pablo Olavide, de Sevilla-España), porque la cooperación inter-universitaria redunda a favor de la permanente capacitación de sus docentes, para las pasantÃas de estudiantes y para realizar investigaciones interdisciplinares, tal como recomienda UNESCO.
En 1970, siguiendo la propuesta de la metodologÃa de investigación interdisciplinaria, la UNESCO patrocinó y preparó una gran obra para examinar las TENDENCIAS DE LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES, bajo la dirección del insigne psicólogo Jean Piaget (creador de la PsicologÃa Genética). Con la colaboración de un gran número de especialistas e instituciones universitarias el estudio aborda “La situación de las ciencias del hombre dentro del sistema de las cienciasâ€, y sobre la trascendental importancia de la investigación interdisciplinaria. Si buscamos mejorar la calidad educativa creo que, al interior de cada universidad, este voluminoso libro interdisciplinario ( que tiene 633 páginas) debe ser analizado y revisado dentro de los cursos de MetodologÃa de la Investigación y de TeorÃa de la Ciencia.
Si bien es cierto que la Universidad no es una isla, podemos decir también que puede aislarse, regocijarse en su mediocridad, convirtiéndose tan solo en una fábrica de cartones a nombre de la nación; con alumnos que permanecen durante 5 años o más en una especie de una larga caverna con túneles, pretextando un status universitario: estafa para la sociedad, estafa para los padres de familia, y auto-estafa para ellos mismos(quedando domesticados)
Ahora mismo algunas universidades son mascarones de proa de ciertos partidos polÃticos (cuyos dueños o testaferros están en el Congreso): las utilizan para recabar firmas y militantes para formar partidos polÃticos o agrupaciones electoreras. En el actual congreso existen muchos de estos sujetos (no decir actores, por favor) que han fundado universidades para llenarse de plata (y de votos). Y están haciendo lobby para tumbarse a la SUNEDU y a SERVIR. Verdadero atentado contra la meritocracia académica y laboral.
Es más, en un informe especial el diario El Comercio da cuenta de que se han presentado 134 proyectos de ley para crear más universidades públicas. Casi todas las bancadas buscan edificar su “banco†universitario. Asà tenemos que:
-Perú Libre, ha presentado 47 proyectos para crear universidades nacionales. Por algo tiene al lápiz como sÃmbolo.
- Perú Bicentenario: 21 proyectos. Como regalo por el Bicentenario.
- Acción Popular: 15 proyectos (creo que cada “niño†quiere tener su universidad “chichaâ€)
- Bloque Magisterial: 13 proyectos. Por algo son maestros ¿no?, contra el  SUTEP.
- Renovación Popular: 8 proyectos. Cada alumno/a tendrá una moto para movilizarse y no “contaminar el ambienteâ€
- Fuerza Popular: 7 proyectos. No por algo su fundador fue rector de la universidad de La Molina. No tiene que quedarse atrás ¿no?
- Cambio Democrático-JP : presentó 5 proyectos-abyectos.
-Podemos Perú: Si todo lo pueden ¿por qué no poder crear 4 universidades más?
- Alianza para el Progreso: Solo 2 proyectos, pues ya cuenta con la Universidad César Vallejo con sus 25 filiales y más de 70 mil alumnos (el universal poeta César Vallejo no tiene culpa alguna). Universidades como cancha. Su dueño es probable que sea el próximo presidente (de lo contario el candidato del 2026 serÃa Paolo Guerrero, porque es un “Ãdolo†de juventudes); por lo pronto su bancada en el congreso no quiere vacar a la madre del Perú. Gracias a su sustancia gris y verbo florido su dueño es un lÃder nato, un Demóstenes trujillano.
- Somos Perú: 2 proyectos (una de las universidades, más que fijo, llevará el nombre de su fundador, Alberto Andrade. Sueñan)
-No agrupados: han presentado 7 proyectos (creo que uno per capita, pues se trata de servir “equitativamente†a la Educación Superior.
-En total: son 134 proyectados, de los cuales 56 de los presentados al 15 de mayo último ya se encuentran en la Comisión de Educación (¡Ray, diosito!) Los ponentes saben que esto es un saludo a la bandera. Solo quieren cumplir con sus “promesas†retóricas de campaña (quizá buscando reelegirse como senadores ; pobre José Arista, debe estar turulato porque no hay plata).
“Universidades de papelâ€, las ha denominado El Comercio en su editorial (el 20 de mayo de 2024). Y si llegases a crearse serán universidades de cartón de tripley, carpa o calamina, pizarras con tiza.
Lo que el Perú necesita de verdad es potenciar o repotenciar sus actuales universidades nacionales: con mejores presupuestos, con catedráticos de verdad, con buenos laboratorios básicos y tecnológicos, con cursos de Artes Libres.Â
Es de responsabilidad del Poder Ejecutivo, de los gobiernos regionales y de las universidades e institutos modernos demandar más y mejor responsabilidad en el trato de la Educación Superior. Defraudando las legÃtimas expectativas de miles de jóvenes, lo que se está haciendo es crear una juventud potencialmente resentida. Y del resentimiento a la ira colectiva solo hay unos cuantos pasos, que pueden llegar silenciosamente como los pasos del liclic sobre una pampa, hasta que por fin llega a prenderse la chispa de la rebelión.
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 21 de mayo de 2023. Luis Alberto Arista Montoya.