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Pastillita para el Alma 23 – 10 – 2022
HabÃa terminado de curar a un paciente que sufrió una quemadura con aceite y ya en la tranquilidad de mi hogar, suena el teléfono con una llamada de un ser muy querido para mÃ, que me dice: ¿viste mi mensaje? la verdad no habÃa reparado, más bien terminaba de enviarle un pronunciamiento de los oficiales de la Marina, en situación de retiro, que hacÃan un pronunciamiento sobre la venida de los embajadores de la OEA para contemplar la situación polÃtica de nuestro Perú. Después de las explicaciones del caso, me cuenta que los dÃas 30 y 31 de este mes, en nuestra querida ciudad de Chachapoyas, al parecer la Beneficencia, proponÃa una VISITA NOCTURNA a nuestro cementerio central de la fidelÃsima ciudad.
Acá en la ciudad de Lima, antes de la pandemia, se hacÃa visitas guiadas por especialistas en turismo, al cementerio PresbÃtero Maestro, convertido en un museo de mucho renombre a nivel nacional y del extranjero, donde descansan en la paz del Señor, personajes ilustres de nuestra historia, en tumbas y monumentos de mármol antiquÃsimos, asà como cuarteles de nichos de personalidades antiguas, con lápidas de mármol y de bronce y que están debidamente bien conservadas y protegidas, en pasajes y jardines bien cuidados, bellamente iluminados por las noches, donde los guÃas explican, con lujo de detalle, los datos biográficos de los que reposan en la paz del cementerio y los visitantes asisten con todo el decoro y seriedad, respetando la dignidad de los que duermen el sueño de los justos.Â
Es cierto que, en nuestra bella ciudad de Chachapoyas, el cementerio al final del jirón de la Unión, era el único en su tiempo y porque vamos a negarlo, también era el magnÃfico lugar de reposo de nuestros muertos, hasta los últimos años del siglo pasado y donde están enterrados muchas de nuestras personalidades de la región Amazonas. En mi época, las llaves del camposanto eran celosamente cuidadas por la mama Preshe, que vivÃa media cuadra antes de la puerta principal, una señora muy digna y respetada de esos tiempos, que además era la responsable, con sus ayudantes, del cuidado y la limpieza del panteón. Inolvidable la mama Preshe, por su disciplina y por su temperamento, abrÃa una hoja de la portada a las 8 de la mañana y la cerraba a las 6 de la tarde, llueva o truene y después de las 6 de la tarde nadie podÃa quedarse en el cuerpo santo, cumpliendo estrictamente el horario. Solamente dejaba abrir todo el portón, los dÃas domingos o feriados o cuando iba a realizarse algún entierro, para lo cual los sepultureros venÃan el dÃa anterior o el mismo dÃa a las 6 de la mañana, para poder cavar la tumba de metro y medio de profundidad, de dos metros de largo y 80 centÃmetros de ancho y después del entierro y dichos los discursos y el responso debido, disimuladamente sacaban las palanas y el mazo para cubrir con tierra la caja del finado, siendo este el momento más triste para todos los familiares y deudos, que expresaban su dolor con llantos y gritos desesperados.
Después de ver en el WhatsApp, el anuncio de que se realizará una visita nocturna, al cementerio después de las 7 y 30 de la noche, los dÃas 30 y 31 del presente mes, comprendo la indignación de algunas personas que se han permitido llamarme, pensando, que este peregrinaje, coincide con la celebración del Dia de la Canción Peruana y la fiesta de Halloween o llamada, también, como La noche de las Brujas, que sinceramente serÃa una profanación al lugar sagrado donde duermen y descansan en paz los restos de nuestros seres queridos.
Me resisto a aceptar que el 30 y 31 de octubre y el Dia de los Difuntos (2° dÃa de noviembre), donde en nuestra tierra bendita, son fechas sagradas, donde se hace una visita obligada al campo santo pueda ser satanizada, porque el lugar donde reposan los restos de nuestros muertos, es igual como un lugar de veneración y respeto, como se hace en los templos donde se rinde culto y adoración a Dios y solamente aquellas personas que han perdido la gracia de Nuestro Padre Celestial, pueden blasfemar e imprecar, la casa de nuestros difuntos, lugar santo, respetado por todas las generaciones de las diferentes religiones a nivel mundial.
El dolor por el viaje de nuestros familiares a la Gloria de Dios, no puede ser cambiado por groseros instintos o actitudes, lejos del ritual de respeto y afecto a nuestros seres queridos. El amor se purifica y llega a su más exquisita esencia, cuando, se transforma, el dolor que se siente al lado del lecho de un enfermo o ante la tumba reverente de un ser querido, en una oración que se eleva al cielo, en recuerdo de los que nos adelantaron en su viaje sin retorno. Â
ElegÃa a la muerte por Carlos Augusto León
La muerte es esta mesa donde a diario comemos
En ella colocamos a diario el pan y la fruta
El amor, la tristeza, nuestra tierna alegrÃa
Están sobre esta mesa de madera desnuda.
La muerte es la tiniebla que sostiene el lucero;
La muerte está en la vida: En luchar contanteÂ
el corazón la roza con su terco latido
La muerte es simplemente como el árbol que cae
Como la noche al dÃa: es el agua de lluvia
Es retorno amoroso a la yerba ya la limo
En su fuente de sombra nos trae la lumbre pura.
La muerte va aquà cerca, a diario la tocamos.
¿y sin embargo, Oh Muerte, nos conmueve
Aquà se encuentra el hombre cadáver
Jorge REINA Noriega
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