03/03/24 - 13:42
Pastillita para el Alma 03 -03 – 2024
A veces nuestras sobrinas de cariño, son más tiernas y afectuosas que, las que la Ley y la sangre, los declara como tales, será, tal vez, porque nos ven de tiempo en tiempo, porque nadie las obliga a decirte tÃo o tÃa, porque no te conocen plenamente o porque en esta época, muchas veces el término de “tÃoâ€, se usa peyorativamente, sin embargo, para aquellos, los viejos, que hemos cultivado una amistad sincera, la cual se remonta y se pierde en los pliegues sempiternos del tiempo; … esa amistad, nacida en la infancia, en las aulas escolares o en nuestra efÃmera juventud, de las épocas de las serenatas, los enamoramientos, los partidos de futbol, de las matinées bailables o de las noches de candil, donde no existÃa todavÃa las diferencias sociales ni económicas que, a la larga, a los que nunca fueron amigos de verdad y vivieron engañándote, agazapados bajo tu sombra, como parásitos nutriéndose de tu bondad sincera, ahora, con cuatro reales o dos pesetas, se creen de la aristocracia, sin darse cuenta que, al final de nuestros dÃas, todos terminaremos en polvo, de donde procedemos, pero nuestras obras y la verdadera amistad, serán las que perdurarán en nuestras generaciones venideras.Â
Para nosotros los viejos, los calvos, los que, ya ni canas hay, tenemos pasos inseguros, sufrimos de mareos y de vértigos, nos duele las rodillas, la cintura y la espalda, tenemos visión borrosa, a veces se nos olvidan las cosas y los nombres, nuestras manos generalmente frÃas y temblorosas y sin embargo, nos sentimos palanganas, orondos y detallosos y no queremos ser de la tercera edad, sin darnos cuenta que nuestra juventud, hace tiempo ya se ha ido y nos sentimos ofendidos, cuando a alguien se le ocurre o se le escapa y dice al “ancianito denle preferencia†y muchas de las veces nos negamos a usar bastón, porque equivocadamente creemos, que el bastón solo deben usarlo los viejos, sin darse cuenta, que este maravilloso aparato ortopédico, es de gran ayuda y lo mejor que hace es prevenirnos de que nos caigamos y tengamos el peligro de sufrir una fractura de la cadera, que va a mantenernos inmovilizados o ser sometidos a un procedimiento quirúrgico, guardando cama por mucho tiempo o en el peor de los casos sufrir un traumatismo cráneo encefálico que nos va a causar la muerte.Â
El bastón nos ayuda a conservar el equilibrio, distribuye equitativamente el peso de nuestro cuerpo, ayudando a nuestras rodillas, disminuye los dolores crónicos de las articulaciones de la cintura y la espalda, disminuye el cansancio cuando uno se desplaza al caminar. Los viejos tenemos que ser conscientes que nuestro colágeno, distribuido por todo nuestro organismo por debajo de nuestra piel, evitando las arrugas, que también está en las articulaciones como lubricantes, en los huesos, a nivel de todos nuestros órganos del cuerpo humano, con los años, este colágeno va disminuyendo en su producción y por lo tanto, el viejo, está obligado, si o si, de consumir productos lácteos, legumbres, carnes, pescados, huevos, todo aquello que representen proteÃnas, que sirven para que se reponga el colágeno y los músculos tengan fuerza, lo mismo que los tendones y ligamentos no se deterioren con el paso de los años.
Los bastones tienen que ser de determinadas condiciones, para que sirvan y sean bien aprovechados; deben ser del largo de la cadera hasta los pies, ni demasiado largo que no nos sostenga, ni demasiados cortos que, nos hagan doblar o flexionar la espalda. Tener una punta con un protector que no se desplace y evite resbalarse, para eso hay de tres y cuatro puntas con mayor sostén. El mango debe ser cómodo mejor si es como una empuñadura, que como un asa. El material hecho de los bastones, debe ser confiables para la seguridad del que los usa, … ahora hay de aluminio regulables en su longitud o de madera sólida que no se quiebre o rompa.Â
En un lugar especial de mi casa tengo guardado el último sombrero que usaba mi padre, junto a un cuadro con los retratos de mis viejos y el cuadro de Jesús que me obsequió mi compadre Luis Herrera Castro.Â
Particularmente, uso sombrero y pronto, estaré usando bastón. Hace mucho tiempo empecé usando sombrero, un sombrero Borzalino de paño negro, al parecer de los mismos que utilizaba mi padre. Al comienzo fue difÃcil salir a la calle, ir a los centros de esparcimiento, a las reuniones formales de mis paisanos, compañeros de promoción, al club y más todavÃa, a fines del siglo pasado, cuando, viejo, viejo, que digamos, todavÃa no era. Todos se reÃan, se burlaban, me hacÃan bromas duras, pero al final, se fueron acostumbrando y ahora para mi no tiene ninguna importancia, porque vale mi comodidad y sobre todo mis añoranzas y en alguna forma, soy libre de hacer lo que, a mÃ, me gusta y vivo mi vida con alegrÃa y sin preocuparme del que dirán de la gente, sin mostrar las aflicciones, solo confiando en los verdaderos amigos.
Finalmente, un cariño, muy especial para mis sobrinos de cariño, decirles, lo feliz que me hacen llamándome asÃ, porque soy un convencido de que, esa amistad honesta y sincera, nacida y cultivada en el corazón fértil de mis verdaderos amigos, sigue dando frutos de virtudes excelentes y pinta en cuerpo entero la calidad de la formación amorosa y la nobleza de sus hogares.
Jorge REINA Noriega
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