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DIÁLISIS Y PIEDAD HUMANA

Pastillita para el Alma 11 – 04 – 2020 La Diálisis, es un procedimiento muy necesario, importante y urgente, en aquellos pacientes que por diversas razones, tienen una enfermedad en los riñones y por lo tanto no pueden filtrar las sustancias nocivas, que se producen a diario dentro de nuestro

DIÁLISIS Y PIEDAD HUMANA



14/04/20 - 08:07

Pastillita para el Alma 11 – 04 – 2020

La Diálisis, es un procedimiento muy necesario, importante y urgente, en aquellos pacientes que por diversas razones, tienen una enfermedad en los riñones y por lo tanto no pueden filtrar las sustancias nocivas, que se producen a diario dentro de nuestro organismo y si no salen a través de la orina, envenenan la sangre, hace que el agua se acumule en el cuerpo, produciendo hinchazón, problemas a nivel de la presión arterial y una serie de trastornos, ocasionándoles inclusive la muerte si no se realiza la “BENDITA DIÁLISIS”, que son de dos clases, una la diálisis peritoneal que se hace diariamente y la hemodiálisis, que se realiza cada 2 o 3 días, utilizando aparatos costosos que filtran los líquidos del organismo y luego los reponen, para conservar la vida del paciente. Estos procedimientos tan especiales, son hechos por personal profesional  especializado, muy capacitado y entrenado.

Los días Jueves y Viernes Santo, por disposición del gobierno, no había forma como se movilice la enfermera que tenía que realizar este procedimiento a un enfermo, de más de 70 años, invidente, con diabetes, que por razones del Coronavirus no podía retornar al país donde reside en Europa, por lo que necesitaba urgente este procedimiento con la finalidad de no perder la vida.

La señora enfermera, ante este impedimento de no poder movilizarse, comunicó a los familiares del paciente que los únicos que pueden salvar esta situación, eran los BOMBEROS, porque según ella, “los hombres de rojo, son los ángeles de las tragedias, que sin importarles su propia vida, siempre van en ayuda de la gente que los necesita, sin importarles situación económica, política, social, raza o credo”.

Ante tal situación, la persona que me contacta, con conocimiento de que soy Bombero, me llama por teléfono y no era oportuno decirle que estoy en situación de retiro y que los tiempos han cambiado, pero en mi calidad de seguir siendo bombero, con mucho honor y gloria, hasta el día que me muera, de tener una gran cantidad de amigos y hermanos del Fuego, con los que hemos trabajado durante años y aunque los jóvenes tal vez ya no me conocen personalmente, pero cuando menos han escuchado mi nombre, porque soy de aquellos hombres de rojo, con mucha mística bomberil, que si nos mojamos las botas y nuestros capotines, servimos a la comunidad honestamente, sin servirnos de la Institución, ni manchar nuestro nombre y apellido, aunque hubieron personas que pretendieron inmiscuirnos en sus iniquidades, sin conseguirlo y otros se lavaron las manos para quedar “limpios”.

Comprendiendo que nuestras autoridades, en éste momento están muy preocupados para cuidar a nuestro personal, para seguir cumpliendo con sus funciones de servir a la comunidad sin peligro de contaminarse, pensé dos veces y siendo una labor de muy poca trascendencia para el CBP, pero de mucha importancia para el paciente, recurrí a un gran amigo, verdadero hermano, sin mandil ni collarín, quien me puso en contacto con un jefe de compañía, con el cual habíamos trabajado juntos en un terremoto en el sur del país, quien me aceptó gustoso y me dijo que personalmente se encargaba de hacer el servicio, moviendo una unidad de transporte auxiliar. 

Feliz comuniqué al familiar del paciente y daba por concluido el servicio, sin embargo, reconozco que mi amigo bombero compañero del sismo en que laboramos, la noche anterior me había mandado un mensaje, que no leí, donde me decía que no podía manejar ningún carro, por disposición superior.

Todo hubiese sido un fracaso, si es que el día Jueves Santo, a las 15.55, para asegurar el servicio llamo por teléfono y al no obtener respuesta, envío un mensaje y me responde que no se hacía la ayuda al paciente del cual dependía su vida.

No deseo a nadie pasar el momento que viví. Sentí ser el más vil de los mortales, porque por una cosa tan simple, iba a terminarse una vida. Me valí de muchos amigos, a través de un señor que recién había pasado al retiro y era muy influyente, remarcándoles de que se trataba de un familiar, con la finalidad de ser auxiliado, nunca obtuve respuesta, se cerraron todos los canales. Estuve a punto de recurrir a mi hija médico, bombero y mayor de la Fuerza Aérea del Perú, pero me daba vergüenza decirle cual es el motivo y como se me habían cerrado las puertas en “mi Institución, donde fui tantas veces condecorado” y a la hora de la verdad, era don nadie; quise ponerme  mi uniforme rojo e irme a cumplir con lo ofrecido, porque ya llegaba la hora en que se tenía que hacer el procedimiento “si o si”, entonces se hizo presente la ayuda de mi Dios y mi Virgencita que nunca me desamparan. Sonó el teléfono y me dijeron, “solucionado el problema”, he pedido a un amigo Bombero del Cusco, quien ha ordenado que se te preste todo el apoyo que necesitas ahora y siempre.

Los hombre también lloramos y muchas veces, solo que nuestras lágrimas no salen hacia afuera, las enjugamos hacia adentro, para engañar que somos muy valientes.  Particularmente, he llorado tanto en mi vida y sigo derramando lágrimas que no se notan, más todavía con la  injusticia, tanta iniquidad, por tantos pobres no solo de pan,  que son pocos, pero sí muchos de egoísmo, de soberbia, de envidia, de banalidades, personajes menesterosos ante los ojos de Dios.

La palabra PIEDAD, en su verdadera acepción, significa SÚBDITO DE DIOS, lleno de sentimiento de compasión y misericordia ante las personas que sufren y esta virtud es una de las cualidades más importantes que es el verdadero uniforme del alma de todo bombero y que a diferencia de nuestro uniforme rojo que nos da la Patria, el Uniforme de Piedad, tenemos el alto honor que nos impone como vestido Nuestro Padre Celestial, que es invisible a los ojos de la naturaleza y está escondido en lo más profundo del alma de todo Hombre Auténtico del Fuego y es obligación mantenerlo   inmaculado y limpio, transparente y sin manchas.

Los Bomberos, somos hombres del mundo, no tenemos Patria, región, provincia, distrito, ni lugar muy rico o poderoso o ninguna villa pobre o humilde, donde hayamos visto la luz del astro Sol, todos somos hombres de Bien iluminados con la Luz del Entendimiento y con la Misión Sublime de servir a nuestros semejantes, aún a cambio de nuestra propia vida. El verdadero Bombero no tiene edad para retirarse, podrá colgar su uniforme rojo, que algún día será su mortaja, pero su uniforme del alma, dado por Dios, volará con él hacia la inmortalidad, para entregárselo a Dios, puro e inmaculado como el día en que nos hicimos bomberos y juramos cumplir a cabalidad con nuestras obligaciones de acuerdo a nuestras capacidades, intenciones, aficiones y  profesiones, por esta razón agradezco al CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DEL PERÚ, por haber ayudado una vez más a salvar una vida, aunque los protagonistas sea uno de ellos de la ciudad del ombligo del mundo y el otro un hermano masón blanco sin igual de la tierra de Cayaltí, del señor de Sipán, de la Ciudad de la Amistad y también para otro amigo bombero, uno de mis tigres de otro cuartel, a quien admiro por la gran devoción a su progenitor.
 
“SI UNA ESPINA ME HIERE” de Amado Nervo

¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
...pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,
esquívase en silencio mi planta, y se encamina,
hacia más puro ambiente de amor y caridad.

¿Rencores? ¡De qué sirven! ¡Qué logran los rencores!
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores:
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,

se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
¡será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer, vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocada en flor de paz!

DIOS PATRIA HUMANIDAD

Jorge REINA Noriega
Brig. Mayor (r)  Médico
*AYÚDAME A AYUDAR*
jorgerinan@gmail.com
999 048 355 

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