03/05/23 - 03:31
Luis Alberto Arista Montoya*
Para los seres humanos que nos jactamos de las virtudes de nuestra inteligencia natural, el gran avance de la llamada Inteligencia Artificial -y los peligros de su uso fuera de los cánones éticos- está suscitando mucha polémica en casi todo el mundo. Inteligencia creada artificialmente precisamente por ciertos genios poseedores de una extraordinaria inteligencia natural, sustancia gris de cerebros excepcionales.
En principio sin inteligencia natural no podrÃa existir una inteligencia artificial (propia de computadoras, robots y otras aplicaciones digitales). Entonces, son los cientÃficos y programadores, la comunidad académica, los lÃderes de los Estados y la sociedad civil crÃtica quienes tienen que crear a su vez los órganos reguladores para controlar el uso o abuso de este tipo inteligencia que puede liberar al hombre tanto como reducirlo a una esclavitud ultrainformática.
Se anda diciendo que los robots pensarán por nosotros, que suplirán a los trabajadores y empleados (creando más desempleo, propenso a revueltas sindicales politizadas o robotizadas también), que reemplazarán a los cirujanos en los hospitales, que escribirán en reemplazo de novelistas y periodistas, que enseñarán en vez de los profesores, que venderán y comprarán en los mercados, que pintarán cuadros o harán réplicas perfectas de famosos cuadros, que serÃan guÃas turÃsticos, guÃas de museos, chefs y mozos en los restaurantes. Y, peor aún, que ayudarán a buscar información clasificada poniendo en jaque a personas, empresas y Estados (sobre todo en tiempos de conflictos como el de Rusia-Ucrania). En Japón, cuna de la robótica, por ejemplo existen ya robots que hacen la limpieza en los hogares, asisten en los bares, cuidan a los ancianos inválidos, y en las casas hay mascotas-robos para deleite de niños y adultos.
Por los años 60 del siglo pasado el médico y escritor judÃo-ruso Isaac Asimov, especializado en ciencia ficción escribió un libro premonitorio “La rebelión de los robots†, que ahora recobra vigencia ante la irrupción de la Inteligencia Artificial I-A de programas como ChatGPT. También el matemático-filósofo Norbert Wiener (1894-1964) - fundador de la cibernética -, preguntado si alguna vez las máquinas llegarán a pensar en vez de los hombres, respondió lúcidamente lo siguiente: “las máquinas llegarán a pensar el dÃa en que los hombres dejen de pensar†(o sea nunca, se supone…por el momento, puesto que lo gravÃsimo de nuestra época grave es que el hombre cada vez piensa menos correctamente, como dijo el filósofo MartÃn Heidegger en plena ascensión del monstruoso nazismo.
¿A los paÃses subdesarrollados como el Perú deberÃa importarles los alcances y peligros de la Inteligencia Artificial? ¿Qué hacer? Claro que sà debe importarnos. Nada de lo que sucede en el mundo nos es ajeno: miren lo que pasó con la expansión mundial del coronavirus desde la pequeña ciudad china de Wuham. El virus democratizó la muerte en todo el planeta.
Los paÃses más desarrollados, conocidos como los paÃses G7: integrados por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, que tienen en común de contar cada uno con un Ministerio de Digitalización y TecnologÃa, están alistando un plan transfronterizo a fin de evitar que la tecnologÃa de la Inteligencia Artificial se use en la desinformación y fuga de datos que socavan los valores y procesos democráticos; creando infraestructuras digitales más seguras y resilientes. Son conscientes de establecer una normativa internacional para el buen uso de esa tecnologÃa, en momentos en que varios paÃses están elaborando regulaciones sobre el empleo de programas como ChatGPT. Su uso debe tener estándares internacionales, con miras a una validez ecuménica.
 Y para ello los filósofos de la ciencia o epistemólogos – a manera de asesores – jugarán un rol fundamental para que evitar una deshumanización de la ciencia y de la tecnologÃa. Mientras tanto los peruanos debemos mirarnos en el espejo poliédrico de los paÃses del G7, para imitar sus medidas, adaptarlas y asimilarlas con inteligencia respetando los tratados internacionales sobre el derecho a la veraz información; buscando modernizar y potenciar con buenos presupuestos los alcances del Concytect y de las Facultades CientÃficas de Mecatrónica de todas las universidades públicas, tal como los tiene la universidad de IngenierÃa (UNI) desde hace algunas décadas, apelando también a convenios internacionales.Â
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*EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 3 de mayo de 2023. Luis Alberto Arista Montoya
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