14/07/23 - 04:42
Luis Alberto Arista Montoya*
Que la ministra de cultura haya aceptado, y ordenado a algunos de sus funcionarios subalternos, a reunirse con dirigentes de grupos activistas de ultraderecha fascista en aras del bálsamo del diálogo intercultural contra el odio del racismo, es un acto ingenuo y audaz: solo buscaba, según nos informan, presencia mediática, debido a la ausencia de obras y acciones concretas que mostrar a favor de la cultura.
Un funcionario demócrata debe y puede conversar con todos. Claro que sÃ. Pero no con cualquiera que no posea talante democrático. Sabemos y sostenemos que solo el diálogo salvará al Perú. Pero debido al choque de polos ultras (polarización), por los intersticios y vacÃos existentes penetran grupos que practican abiertamente una cultura de violencia, que aparentan dialogar pero con pistola, chicote o excremento en mano con el fin de intimidar y anular al adversario, buscando instaurar un autoritarismo polÃtico. Las dos primeras caracterÃsticas de una personalidad autoritaria son la intolerancia y la brutalidad.
Recuerdo que el maestro y polÃtico Luis Alberto Sánchez-LAS, decÃa que “hay que ser tolerantes con todos, menos con los intolerantesâ€. TenÃa razón. Pues resulta imposible dialogar con un intolerante porque es dogmático y bruto, carece de ideas claras. El intolerante es un cavernÃcola que solo cree en la fuerza bruta: el hombre como lobo del otro hombre. El hombre tiene que ser no el lobo del otro hombre, sino el hombre del otro hombre, es decir, su semejante, su igual para poder sostener un diálogo democrático, respetable, alturado.
Con su cálculo polÃtico de segunda, la ministra de cultura al recibir a estos violentistas reprochables no ha hecho más que darles carta para ser un actor polÃtico válido. Esta ingenuidad calculada, en momentos en que se anuncia la toma de Lima para el dÃa 19, atiza aún más el clima de odio. Estos ultraderechistas han sido sacramentados para enfrentarse con los ultraizquierdistas que actuarán solapadamente detrás de las legÃtimas y pacÃficas protestas. Me imagino que Castillo y AnÃbal Torres sonrÃen frotándose las manos esperando que “corran rÃos de sangreâ€, como fue la negra y efÃmera utopÃa nazi al elogiar a Hitler desde los andes.
La ministra de cultura sabe muy bien que nada es gratuito. Es una cuajada burócrata pública que sabe manejar los hilos para mantenerse en el poder. Busca tener más poder. Sin merecerlo.
 No es que haya cometido un error al recibir a estas salvajes tribus urbanas, como dice ella como disculpándose. ¡No! Ha cometido un ¡horror! Y eso se paga con la renuncia al cargo, y no implorando piedad o que la boten esperando recibir las gracias prestadas a la nación. Esta actitud de aferrase al cargo percude aún más al sector cultura, uno de los que más desprestigio ha sufrido en las dos últimas décadas…Mientras tanto el patrimonio cultural arqueológico de la nación se cae a pedazos, como es el caso trágico de Kuélap, nuestro monumento icónico que está dejando de tener fortalezas, por la sempiterna incuria de las autoridades.
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 14 de julio de 2023. Luis Alberto Arista Montoya- ex Director Nacional del otrora INC, a mucha honra.