21/07/23 - 03:10
Luis Alberto Arista Montoya*
Los peruanos ¿debemos celebrar las próximas fiestas patrias? ¿Tenemos motivos? Claro que sÃ. No tenemos por qué estar tristes, deprimidos. Más bien todo lo contrario: creemos que estos dÃas de Fiestas Patrias deben ser como una especie de la Navidad PolÃtica. Cada quien, a medida de sus posibilidades, debe organizar familiarmente un almuerzo o una cena patriota, y hacer un brindis por el Perú o su Región (patria chica). Se trata de reafirmar nuestra alicaÃda identidad nacional.
Los franceses en su dÃa patrio brindan con su bebida bandera: la champaña; los italianos con un vino de la Toscana, los españoles con un vino de la Rioja, los mexicanos con un buen tequila, los cubanos con un sabroso “Mojitoâ€, y los rusos con su fortÃsimo vodka. ¿Cuál es el licor bandera nuestro?: indudablemente el aromático Pisco, que ha beberse como pisco-sauer o como chilcano (si el pisco es acholado, mucho mejor? Y si en nuestra región no existiera pisco, bastarÃa con un aromático aguardiente huayacho, cuyos orÃgenes se remontan desde la época de los arrieros que traÃan a Chachapoyas aguardiente, chancaca, cajetas de dulce de guayaba, y café.
 Cualquier discurso historiográfico o antropológico sobre nuestra identidad cultural, queda en el texto y en nuestra memoria en forma frágil. Existen dos productos peruanos que de verdad consolidan el orgullo de sentirse y ser peruanos: el ajày el pisco; ambos en todas sus variedades: el picor que adereza a nuestra rica gastronomÃa, y el pisco como “abre gana†(antes de comer) o como asentativo(para asentar la buena comida) son dos sutiles y aromáticos sabores que mejor simbolizan y afirman nuestra identidad cultural.
 Asà como a fin de año solemos desear una Feliz Navidad y un Venturoso Año Nuevo, asà también serÃa excelente desearnos cada 28 de julio: Felices fiestas Patrias. Y al desearnos- siempre y cuando no sea de la boca para fuera- entre peruanos estaremos construyendo identidad cultural a favor de nuestro “dulce y cruel†Perú, que hoy por hoy está padeciendo las improvisaciones de un Estado empÃrico que desde hace más de dos décadas repite la misma memoria estatal, a través de una “clase†polÃtica que no tiene clase: es chabacana, corrupta y chusca (y chupa whisky, por esnobismo huachafo; solo los cholos beben pisco, según ellos).
Va nuestro tributo al buen Pisco (no al malo, al rascabuche): Viene a mi memoria de mestizo que mi entrañable amigo Luis Herrera Castro (mejor conocido como “La pollaâ€) me enseñó a beber pisco en copita de cristal con su aceituna negra dentro, fue en la solapada taberna de doña Zarita Angulo, y donde la Shofi (un moderno restaurante situado en la Plaza Mayor), y escuchando en la radiola a los Beatles y al trio los Panchos. Gracias a esa memoria gustativa siempre elegà desde entonces una buena marca de pisco: Queirolo, Ocucaje, pisco Vargas, Rotondo, Tabernero o el Biondi (de Moquegua) que, para mi gusto, es el mejor pisco peruano: pisco mosto verte de uva Italia (con él se prepara un sublime chilcano que te traslada hasta las nubes que cubren Kuelap).
Ya en Lima conocà en mi época universitaria a un bebedor apodado “suda piscoâ€, que por no saber beber terminó alcohólico y tomando piscos adulterados. Fue cuando nos gobernaba el chino Velazco, pisquero empedernido.
Arturo Zambo Cavero y don Oscar Avilés enseñaron a sus fans a beber un buen chilcano preparado con pisco acholado, pero servido en vaso de whisky; el polÃtico Armando Villanueva del Campo se servÃa con coca cola (por influencia de su mejor chilena), como si fuera Cuba libre. Mi maestro de periodismo, de pisquerÃas y de rajes, fue Raúl Vargas Vega(primo de Mario Vargas Llosa),uno de los fundadores de Radio Programas del Perú(quién no recuerda su bronca voz aguardientosa); los poetas de Hora Zero fueron(son) toda una cofradÃa, incluso tomaban en el bar Cordano pisco con chicha morada(bautizado como “daguerrotipoâ€, por estar frente a la estación del tren de Desamparados); el gran fotógrafo Chino DomÃnguez me hizo probar un trago llamado “lija†en base a pisco con Inka kola (no me gustó)…Bueno, por hoy, paro de contar anécdotas. A otra cosa mariposa.
Retomamos el tema. Históricamente cierto es que el pisco es peruano, y no chileno. Ellos producen un aguardientillo mala gracia. El mejor historiador de los orÃgenes y evolución del pisco peruano es mi compañero de trabajo universitario, el Dr. Lorenzo Huertas (nacido en Ica, la tierra del Pisco), quien ha descubierto en el Archivo General de la Nación (AGN), un documento que data de 1613; se trata de un testamento de Pedro Manuel, el Griego,  un vecino de Ica. Documento donde se da cuenta de más de 30 tinajas de aguardiente, un barril de aguardiente, una caldera grande de cobre y todos los implementos necesarios para producir el destilado de una pisquera que nos llena de orgullo. Este testamento está en el protocolo número 99 del notario Francisco Nieto fechado el 30 de abril de 1613(Siglo XVII). Con esta constatación que los chilenos vayan a contar los buques en ValparaÃso, y no joroben. El pisco es de pura cepa peruana. Silencio y “punto en bocaâ€
Paradójicamente ahora Lorenzo Huertas ya no bebe pisco. Pero hasta a hace poco perteneció al FBI: es decir, a la Federación de Bebedores Iqueños. Él está de acuerdo con nosotros que la celebración de nuestras Fiestas Patrias tiene que ser remojada con un buen y aromático pisco… Y juntos brindemos diciendo: Tengo el orgullo de ser peruano y ser feliz bebiendo pisco. ¡SALUD!
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 21 de julio de 2023. Luis Alberto Arista (conocido en Ica como Luccino Pisconti)