03/08/23 - 03:31
Luis Alberto Arista Montoya*
Para cada mensaje a la nación de 28 de julio el Presidente pide a sus ministros sendos informes sobre los logros de su respectivo sector; y estos, a su vez, solicitan a su directores informes “realistasâ€. Todos estos “sesudos†informes- a cual más generosos y optimistas para quedar bien con el (la) Presidente – son “analizados†y sintetizados por expertos en retórica, que tienen como objetivo central hipnotizar a la audiencia.
La verdad sobre las cosas y situaciones poco importa en realidad. La escena teatral de 28 de julio es un simulacro polÃtico: se simula lo que no se es, y se disimula lo que se es. Solo se trata de quedar bien, que la tribuna aplauda. Este fenómeno se da en todos los gobiernos, en unos más que otros con cierto cinismo, porque se trata de ocultar la verdad verdadera de la cosa pública.
La presidenta Dina Boluarte leyó un tedioso discurso (preparado seguramente por asesores ayayeros) que duró 3 horas con 7 minutos, interrumpido en momentos por aplausos, o para que la oradora tome agua “para que su lengua no se haga bolaâ€, como se dice en el habla popular chachapoyano.
Los politólogos - ¡Cuándo no! – han desmenuzado y convertido en nada su mensaje, no encuentran nada bueno. Muchos de estos analistas ni siquiera han leÃdo a Aristóteles, Platón, Maquiavelo, a Tocqueville o Norberto Bobbio. Son sabihondos. Sin embargo, tras la hojarasca del discurso de Boluarte nosotros sà encontramos algunas menciones simbólicas para lograr un buen gobierno: la creación de la policÃa de seguridad para ayudar a luchar contra la delincuencia urbana y rural ( el mayor flagelo que padece la población), la promoción de la Agricultura Familiar(frente a la crisis del próximo niño global), la solicitud al congreso para la vuelta a la bicameralidad (para mejorar el estado ruinoso de la representación congresal), la promesa de la estabilidad jurÃdica para las grandes inversiones(pues sin ellas no habrá trabajo y desarrollo), destrabar proyectos de infraestructura para tener un eficiente gasto público, y todo un conjunto de medidas paliativas a través de bonos a favor de las mayorÃas más vulnerables.
Creo que estos anuncios simbolizan la ocupación y preocupación de Dina Boluarte, la primera mujer presidenta que tiene el Perú republicano, que mal que bien está enfrentando a una clase polÃtica machista, patriarcalista, prebendaria y racista. No sabemos por qué las mujeres y lÃderes feministas no la apoyan para que por lo menos no siga cometiendo errores: todo es crÃtica, crÃtica y más crÃtica, han devenido en criticonas y gritonas.
Sabemos ya que el hombre no es solo un animal racional, sino también animal simbólico. Es decir, no todo es racional o lógico, sino que la vida está llena de sÃmbolos y simbolizaciones, comenzando por el leguaje diario o la escritura que utilizamos; el vestido que usamos, la comida que preferimos, etc. Los que se ufanan de politólogos destierran de sus análisis las cosas simbólicas del ejercicio del poder; son demasiados cerebrales. Hay que aprender a leer los signos y sÃmbolos del poder para mejor orientar al ciudadano de a pie, al ciudadano de a caballo, auto, bicicleta, moto, mototaxi, patines o patinetas, de terno y poncho, de pashmina y lliclla. Eso sÃ, evitando creerse los más más de la sociedad. No olvidar que la claridad es la cortesÃa de todo aquel que osa escribir para ser leÃdo. Para ser claro hay que ser humilde.
Yo he visto y escuchado leer muy segura a la presidenta. Leyó sin titubeos (mejor que los bustos parlantes de los noticieros de la tele). Leyó con aplomo, vestida de blanco, como simbolizando la paz que representa y requiere para su buen gobierno. Leyó serena y por momentos sonriendo eróticamente. Merece apoyarla solidariamente para que termine su mandato que lo asumió de acuerdo a la Constitución
Ella y su entorno no podrán hacer un buen gobierno sin antes desratizar la administración pública que fue infestada en todos sus niveles por el castillismo corrupto. Cuesta mucho fumigar todo el aparato estatal. Ahà está perdiendo mucho tiempo. Se pone nerviosa y termina eligiendo como funcionarios a personas nefastas como el jefe de ESALUD o como la ministra de cultura que ahora – para evitar ser expectorada – ha salido muy horonda anunciando que “Kuélap reabrirá de forma parcial desde la quincena de agostoâ€, sin respetar las precauciones y los protocolos dictados por los cientÃficos: arqueólogos, arquitectos, geólogos, ingenieros civiles. Y, encima “invoca a la ciudadanÃa a cuidar este lugarâ€, como si nosotros fuésemos depredadores del patrimonio cultural…Y dicho sea de paso, el tema de la conservación del patrimonio cultural y natural, ligado a la recuperación del turismo nacional y extranjero, estuvo ausente en la retahÃla de cosas y palabras del discurso sobre el estado de la cuestión nacional. Por algo será. Esta omisión no es gratuita. Simboliza indiferencia contra la identidad peruana. Porque un pueblo con una verdadera identidad cultural es difÃcil de ser engañado todo el tiempo. Además en cultura no hay nada que destacar.
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EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 3 de agosto de 2023. Luis Alberto Arista Montoya.